Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

23 de Octubre de 1982
corregido el 25 de febrero de 2009


Fantasma
Fantasma
Huelo a vino
Veo risas
Quisiera hablar del pasado
No existe
Quisiera hablar del futuro
No existe
Grandes paisajes surgen
Palabras fuertes y bajas
Frutas digeridas
Todos estáis aquí
¿Existe algo más?
El mundo me suena a mayúscula
y no me gusta
como la llegada de la luz
(un poco retardada)
Luego este agobiarse por lo incierto
la luna cada mes
los ciclos austeros de los astros
la lluvia.

Poesía

Tags : Tríptico de los fantasmas Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/02/2009 a las 13:36 | Comentarios {0}


23 de Octubre de 1982


Fantasma
Fantasma
Son las cuatro de la tarde cuando las palabras arrecian
y mundos de ideas, de placeres ocultos sobrevienen.
Hace un frío de invierno.
Las macetas están casi congeladas
El sol expele luminosidad de frío.
Canta un gorrión flaco.
Las manos -amarillas- han recogido
con estrépito las tintas negras,
los pechos abiertos,
las fosas nasales comunes.
Hace un frío de invierno.
Una música pegajosa
huele a menta.
En el patio oscuro
se desliza el sueño.
Desde la última sensación de amor
una cortina roja ha ocultado caras.
Tiemblo
tiemblo
tiemblo
y ojos recogidos en la noche
y sueños traspasados
y muñecas reconstruidas sirven para que mi temblor,
mi frío de invierno se traduzcan en palabras.
(Cuatro de la tarde la hora
más tenaz de mi vida, más confusa.)
Hace un frío de invierno.
Las calles se han contaminado de nieve.
Las mujeres se han cubierto definitivamente.
Un silencio con vaho ha abierto venas.

Poesía

Tags : Tríptico de los fantasmas Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/02/2009 a las 22:44 | Comentarios {1}


A dieciocho de junio de 2007 para Julia de Fernando



¿Dónde están los hipopótamos?
¿Dónde se advierte un vuelo?
Un violín alienta la ira
y el aire se tornasola,
cansado del pizzicato,
en una nota llana.

¿Hay alguien? Una voz.
La calma, la tarde, el roce
y la luna llena
sobre una mar plácida.

¿Dónde está esa carrera?
¿Dónde el despiste y la sonrisa?
Surcan las naves los mares.
Hozan los jabalíes.
Salta el gato.
Silba un pájaro cantor.

¿Dónde se esconde la mano?
¿Dónde ha huido la seguridad de antaño?
Una suerte de abrigo,
un resplandor último,
la confianza del fin.

Quisiera elevarte de esa derrota.
Quisiera enseñarte una broma.
Mi amiga, mi madre, mi salvadora,
la que me empujó a vivir
estos días de más.

¿Dónde vendrá?
¿Por dónde aparecerá?
El hipopótamo, el liquen,
la dendrita del ciempiés,
el edificio, el olor de tus cosas,
tu oscuridad cuando duermes,
el zumbido de lo lejano,
la luz, la de siempre, la tuya.


Todos están.
Estamos todos.
Llega el tiempo. El nuevo.
Quisiera decirle al hipopótamo,
al liquen, a la dendrita del ciempiés,
al edificio y al olor de tus cosas
tu nombre.

Hoy es la noche.
Es junio. Sin calor.
Duerme querida amiga.
Llegue el sosiego a ti,
te quedes calmada,
entres en el sueño
como una princesita pálida,
vagues por el prado,
la vida es aún muy larga,
tu cabello negro se deja llevar ensortijado,
unas nubes, tempestuosas,
descargan lejos...

Ríe, viejecilla, ríe.
¿Dónde el vuelo?
¿Dónde la mano con paño?

Poesía

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 16/02/2009 a las 11:59 | Comentarios {0}


Mayo, 1988



1
Pequeña luz,
pequeño amor,
dulce transcurrir,
secreta voz.

2
Hayan tus ojos
contemplado
una vieja y tuya
fotografía
de tu mirada infantil.

3
La calle ensuciada,
el perro viejo y su hez,
las bailarinas de caminar
abierto en sus extremos,
la gitanería.

4
Parece la lluvia
lloviendo en el cuarto.
Y grita la gata
su deseo obsesivo.
Tararea una mujer de su casa
mientras tiende la ropa menuda
de sus hijos.

5
La mujer madura
del cuarto se apoya, fatigada,
en el ángulo del descansillo.
Pasa un joven,
los ojos cerrados de ella
provocan un deseo ciego,
repentino en el corazón del poeta.

6
Condenado a muerte,
como todos;
con un rostro sin mandíbula inferior,
como pocos;
enflaquecido por el tedio y la amargura,
como tantos,
se altera ante las ansias de vida de un artista,
como siempre.

7
Un hombre
sube día tras día
apesadumbrado
las escaleras.
La actitud de su cuerpo
clama, muda,
por algo que no llegará nunca.
Puede que se trate
de un metódico maníaco depresivo
o, como se decía antes,
de un hombre melancólico.

8
Taracatá.
Un dós,
un dos trés
cuatro cinco séis
siete ócho
nueve diéz.

9
Este silencio,
curva escasa en una cuerda,
roto, acaso,
por un actor desgañitándose
en el teatro contiguo.
Este silencio, digo,
permite ver a través de las paredes.

10
Con qué desapasionada
maniobra pinza
la muchacha rizada del tercero
sus bragas recién lavadas.

11
¡Qué delicado el aroma
del aguarrás mezclado
con aceite de linaza!
¡Qué acierto la esencia
de cola de conejo
flotando en el aire cerrado!
¡Qué consistencia pegajosa
provoca en la nariz
la fragancia del alkil!

12
Veladura sobre veladura
tic-tac
otra más
tic-tac

Poesía

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/02/2009 a las 16:17 | Comentarios {1}



Se nos cayó el corazón
y se quedó colgado
de un árbol todo sombra,
sin matiz de sol.

Se nos calló el corazón
y en el silencio se escuchó
toc-toc, toc-toc
toc... toc...

1999

Poesía

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/01/2009 a las 14:00 | Comentarios {0}


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