A dieciocho de junio de 2007 para Julia de Fernando
¿Dónde están los hipopótamos?
¿Dónde se advierte un vuelo?
Un violín alienta la ira
y el aire se tornasola,
cansado del pizzicato,
en una nota llana.
¿Hay alguien? Una voz.
La calma, la tarde, el roce
y la luna llena
sobre una mar plácida.
¿Dónde está esa carrera?
¿Dónde el despiste y la sonrisa?
Surcan las naves los mares.
Hozan los jabalíes.
Salta el gato.
Silba un pájaro cantor.
¿Dónde se esconde la mano?
¿Dónde ha huido la seguridad de antaño?
Una suerte de abrigo,
un resplandor último,
la confianza del fin.
Quisiera elevarte de esa derrota.
Quisiera enseñarte una broma.
Mi amiga, mi madre, mi salvadora,
la que me empujó a vivir
estos días de más.
¿Dónde vendrá?
¿Por dónde aparecerá?
El hipopótamo, el liquen,
la dendrita del ciempiés,
el edificio, el olor de tus cosas,
tu oscuridad cuando duermes,
el zumbido de lo lejano,
la luz, la de siempre, la tuya.
Todos están.
Estamos todos.
Llega el tiempo. El nuevo.
Quisiera decirle al hipopótamo,
al liquen, a la dendrita del ciempiés,
al edificio y al olor de tus cosas
tu nombre.
Hoy es la noche.
Es junio. Sin calor.
Duerme querida amiga.
Llegue el sosiego a ti,
te quedes calmada,
entres en el sueño
como una princesita pálida,
vagues por el prado,
la vida es aún muy larga,
tu cabello negro se deja llevar ensortijado,
unas nubes, tempestuosas,
descargan lejos...
Ríe, viejecilla, ríe.
¿Dónde el vuelo?
¿Dónde la mano con paño?
Mayo, 1988
1
Pequeña luz,
pequeño amor,
dulce transcurrir,
secreta voz.
2
Hayan tus ojos
contemplado
una vieja y tuya
fotografía
de tu mirada infantil.
3
La calle ensuciada,
el perro viejo y su hez,
las bailarinas de caminar
abierto en sus extremos,
la gitanería.
4
Parece la lluvia
lloviendo en el cuarto.
Y grita la gata
su deseo obsesivo.
Tararea una mujer de su casa
mientras tiende la ropa menuda
de sus hijos.
5
La mujer madura
del cuarto se apoya, fatigada,
en el ángulo del descansillo.
Pasa un joven,
los ojos cerrados de ella
provocan un deseo ciego,
repentino en el corazón del poeta.
6
Condenado a muerte,
como todos;
con un rostro sin mandíbula inferior,
como pocos;
enflaquecido por el tedio y la amargura,
como tantos,
se altera ante las ansias de vida de un artista,
como siempre.
7
Un hombre
sube día tras día
apesadumbrado
las escaleras.
La actitud de su cuerpo
clama, muda,
por algo que no llegará nunca.
Puede que se trate
de un metódico maníaco depresivo
o, como se decía antes,
de un hombre melancólico.
8
Taracatá.
Un dós,
un dos trés
cuatro cinco séis
siete ócho
nueve diéz.
9
Este silencio,
curva escasa en una cuerda,
roto, acaso,
por un actor desgañitándose
en el teatro contiguo.
Este silencio, digo,
permite ver a través de las paredes.
10
Con qué desapasionada
maniobra pinza
la muchacha rizada del tercero
sus bragas recién lavadas.
11
¡Qué delicado el aroma
del aguarrás mezclado
con aceite de linaza!
¡Qué acierto la esencia
de cola de conejo
flotando en el aire cerrado!
¡Qué consistencia pegajosa
provoca en la nariz
la fragancia del alkil!
12
Veladura sobre veladura
tic-tac
otra más
tic-tac
Poesía
Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/02/2009 a las 16:17 |
Se nos cayó el corazón
y se quedó colgado
de un árbol todo sombra,
sin matiz de sol.
Se nos calló el corazón
y en el silencio se escuchó
toc-toc, toc-toc
toc... toc...
1999
Poesía
Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/01/2009 a las 14:00 |
Palpar la luz, mirar y no atreverse
a ampararla en el cuenco de la mano;
dejarla entonces encima de un piano
y verla huir, palpitar, desvanecerse.
Poesía
Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 17/01/2009 a las 18:51 |

Nuca y triángulo
Se queda ahí
se detiene
acosa si se quiere
los pulmones
Es más arriba
no llega a doler
se detiene
a la espera
de una espita
y ejerce la presión de los fluidos presos en un medio ínfimo
Dicen
(¿quiénes?
¿qué voces?
¿son amigas?
¿son monstruos?
¿se deslizan?)
exhala
medita
sobrepasa
¿Cómo?
¿Bajo qué promesa?
¿en qué dirección?
hasta el ladrido del perro
hasta las nubes
hasta la hoja que no cae
¿cómo abrir?
¿cómo dejar pasar?
uno mismo siendo tantos
¿quién de mí está en mí hoy?
si no lo conozco
si no me deja
si pudiera llamarlo
si lo dejara pasar
hasta el vientre
o antes a los alvéolos
¡sólo hasta los alvéolos!
se detiene
acosa si se quiere
los pulmones
Es más arriba
no llega a doler
se detiene
a la espera
de una espita
y ejerce la presión de los fluidos presos en un medio ínfimo
Dicen
(¿quiénes?
¿qué voces?
¿son amigas?
¿son monstruos?
¿se deslizan?)
exhala
medita
sobrepasa
¿Cómo?
¿Bajo qué promesa?
¿en qué dirección?
hasta el ladrido del perro
hasta las nubes
hasta la hoja que no cae
¿cómo abrir?
¿cómo dejar pasar?
uno mismo siendo tantos
¿quién de mí está en mí hoy?
si no lo conozco
si no me deja
si pudiera llamarlo
si lo dejara pasar
hasta el vientre
o antes a los alvéolos
¡sólo hasta los alvéolos!
Poesía
Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/01/2009 a las 17:13 |
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