Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

[...] o cuando eran las palabras, las que llegaban de muy lejos, al fondo de un útero recolocado en el abdomen para evitar el contagio de unas células cancerígenas de colon [...] esas palabras verde amarillentas, en todo semejantes a bilis [...] no, no era esa belleza, no era surcar el mar, reflejo de plata sobre su frente, tersa de juventud y de desgana [...] ancha era la palma de la mano, la extensión de esa piel, según escalas. No quería contar. Quería tumbarse. Quedar dormido. Silente el mundo. Ansiosas sus venas. Afuera el mar rizado, casi punkies las olas, casi tísicas las notas que generaban al llegar hasta la playa donde habían de morir [...] esa función de las palabras de lo hondo, las que generan tensión en los músculos del cuello, para las que pocos están preparados. La alerta. Una suerte de queja. En una sola palabra. En una palabra más bien corta como ay, vi, tú, no [...] aire de las grandes ocasiones, células deificadas son las células del Emperador de todos los males, Señor de su propio Cuerpo, Generador de su propio Fin, No Veleta, No Rosa de los Vientos, No Desliz [...] sí, quisiera, lo sabes... quisiera [...] La nave va por ese mar tenebroso. ¿Cuál es la profundidad de la fosa? ¿Se puede medir a escala animal? ¿Hay que medir? ¿No te vale con saber que está? ¿No sería suficiente responder: insondable? A esas palabras se refiere. También autoridades como azogue, durazno, mito [...] 
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/07/2024 a las 17:44 | Comentarios {0}



¡Ahí era! donde las púas era, en el rincón de la tarde, cuando caía el sol y las nubes se hacían grandes [...] ¡en ese idioma era! cuando la risa se iba inflando como la pompa de jabón que se origina en los pulmones de una niña [...] silbo de la calandria, (escribía María Elena Walsh, recitaba Lito Vitale) y al recordarlo por la orilla del río (quizás menos en las grandes avenidas en las que las farolas se han vuelto ancianas y el asfalto recuerda a los suelos del infierno; quizá menos en las avenidas por donde navegan imantados por sus pantallas la mediocritas moderna que se ha dejado seducir por los colores de una ilusión; quizá menos en las azoteas de esas grandes ciudades; quizá menos en las discotecas de esas grandes ciudades por mucho que yo naciera en las grandes ciudades de occidente y las gentes del campo no me acaben de aceptar); es el silbo de la calandria en todo caso bajo el frescor de los fresnos [...] ¡era ahí! en el mínimo espacio de ese bienestar, no sé, actos tan sencillos como tomarse de la mano, sentarla en mis rodillas, acariciar su pelo, mirar sus ojos, sentir tranquilo su sueño, tranquilizar su fiebre, escuchar su queja, ofrecerle una posibilidad [...] ahí era el presente, ahí se juntaban el niño y el hombre, ahí, ahí justo, a mitad de camino entre la playa y la boya o bajando a la cala junto a la mujer que en aquel momento amaba (luego descubrí que tenía razón Neruda: es más largo el olvido que el amor y más larga que ambos la ignorancia; escribió Cernuda sobre ello olvido de ti sí, mas no ignorancia tuya) [...] ¡ahí no más quería llegar! y detenerme y respirar y escuchar el canto de un zorzal que se ha posado en una rama del arce japonés (el cual por cierto ya está arraigado a una tierra y se va expandiendo como si fuera el emperador del naciente imperio de un jardincillo) [...] aún su mirada redonda, aún sus manos regordetas, aún su gesto comiendo una patata frita, aún el [...]
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/07/2024 a las 11:40 | Comentarios {0}



No ha llegado la luna [...] desnuda queda [...] ni estrellas, ni tan siquiera estrellas [...] buscaba ayer un ropaje que cubriera sus espaldas [...] ni fuego, ni aire, ni agua, ni tierra [...] se queda desnuda entera, un fantasma en una concha, una perla sin materia [...] Subió hasta la pradera donde los caballos pastan. Un potrillo canela cerca de su madre estaba, canela era [...] ¡Enciende la luna Mundo! ¡Que los vendavales vengan! ¡Que se ahoguen los maizales! ¡Que los trigales perezcan! Y tú baila hasta que la noche avance y resbale la oscuridad húmeda y serena  por tu desnudez [...] ¡Calla, loco, calla! Sabes que ya nunca tendrás paz. Sabes que vendrá y te asaltará y te dejará agotado y lo pagarás con cualquiera  [...] como la tierra desnuda, una especie de páramo interior donde nadie puede entrar, de lo que no puedes hablar, terreno yermo, poesía pura [...]
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/06/2024 a las 00:43 | Comentarios {0}




me iré y habrá una última palabra que cruzará mi mente ajena a mí como si la mente fuera una carretera secundaria que va a morir junto al mar
me iré hacia los otros lados, sí, lo escribiré, a través de los espejos, donde renacen las esperas, lo que un día deseé, lo que se vio frustrado
me iré algo airado como si ni siquiera al final hubiera aceptado que la vida era esto. Sentiré el frío de la estepa. El frío, pienso, es un mal innecesario. Hay tanta, tanta in-necesidad. ¿Dónde podría…?
me iré y la figura se irá desvaneciendo como, sin queja, se desvanece el atardecer en noche cada día
me iré y dejaré arreglados los asuntos formales
me iré y dejaré en manos de buenas personas a mi perro
me iré pronto, mucho más pronto de lo que yo mismo preparo

 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/03/2024 a las 18:21 | Comentarios {2}



Era frío que quema [...] era ausencia de la rana en los estanques; era la muela que se hace pálida, luego oscurece y acaba podrida en el lavatorio de una clínica dental de mala muerte; era la matriz; era la utilización de la placenta para uso médico contra el cáncer [...] ese frío que quema cuando vas caminando desnuda por la nieve y al levantarse el viento te airea la vergüenza del frío, el temor a la muerte, un horizonte que de improviso se volvió turbio [...] Nomenclaturas. Hay que callar. Hay que asumir. Hay que saber esa distancia que surge cuando queremos llegar de la parte al todo [...] turbulencia del aire, sentido del tiempo, el páncreas sí, el páncreas, sí, la mano gafa, sí, la mano que se agarra al fregadero y parecen sus dedos ramitas de sarmiento, eso, eso nace y se calla y se asume y se basta a sí.

La fuga ha de tener algo de esto. Tras la fuga viene la huida y entonces, ahí, sí, ahí, pequeña...

No dijo nada. Callada. Cuasi estática. Amaba la luz. Y el arte. ¡Ah, sí, cuánto amaba el arte! No, no dijo nada. Callada. Desnuda. Tras la vergüenza del viento. Sin miedo ya. Dispuesta ya. Sonreía. No, no se aclaraba el horizonte ni la herida abierta en su mundo por donde iba escapando la lenta saga de su sangre se cerraba, cicatrizaba, se iba quedando como resto sensible y liso de una agresión; no, no se cerraba, permanecía abierta, le llevaba hasta el fregadero, le obligaba a agarrarse a sus bordes y a doblarse como el ciprés ante los muertos se mantiene erguido. No había lucha. No había determinación. No había escudo. Nadie temblaría cuando llegara el momento.

¿Un resquicio? 
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/02/2024 a las 19:33 | Comentarios {0}


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