Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Siempre sigo aquí. Sólo que los días. Sí, abril es un mes cruel. Todo es hermoso y se pudre muy pronto. Tiemblo en estos días. Espero con cierto sobresalto en el corazón que el día transcurra con calma. ¡Oh, sí, cómo anhelo la calma! ¿Es vejez? ¿Es no querer luchar más? Tan sólo una lucha contra una pendiente cuando subo hasta la presa o la lucha por seguir soñando aunque el sueño tenga cierto grado de angustia (todos mis sueños tienen un punto de incertidumbre que me crea desasosiego. Es como si el que observa el sueño [siempre hay un observador en mi soñar] estuviera muy atento por si el sueño se torciera) son luchas que me apetecen. La semana que viene iniciaré una nueva lucha: la lucha por ir a nadar. Es una lucha que quiero vencer. Hace demasiados años que dejé de hacerlo.
Siempre estoy aquí, sólo que a veces siento si no es ya inútil seguir escribiendo, si ya está todo dicho, si tan sólo repito una vez y otra los mismos temas, las mismas obsesiones. Siempre estoy aquí. Miro la revista que empecé a escribir hace ya 15 años, un mes de septiembre de 2008, gracias a la insistencia de mi amigo y poeta Raúl Morales y me digo, Sigue un día más, escribe una entrada más, este picnic que es la vida sólo se vive una vez, come de lo que más te guste y a ti te gustan las palabras, te gusta relacionarlas, te gusta expresarte, te gusta que otros reciban lo que escribes, no cejes -me digo-, inténtalo un día más, pon una palabra tras otra un día más y organiza las palabras mediante una sintaxis que haga comprensible su relación...
Sí, sigo aquí en plena crueldad de abril. Amo abril. Sigo aquí.
 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 23/04/2023 a las 14:10 | Comentarios {0}



Eran las palabras, las que volvían. La voz tan bien timbrada. Cantaba yo sé que te voy a amar para toda la vida sólo que en portugués. Pensaba y escribía, levemente, fuera del control del argumento, decía, quiero vivir en cada buen momento y reír mi risa y derramar mi llanto así, como la canción (sólo que en portugués), tan lejana en el tiempo, tan cercana mientras leo y una guitarra, Touquinho, me atrapa una tarde más de enero. Una vez más por toda mi vida.
 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 06/01/2023 a las 20:31 | Comentarios {0}



Nunca, nunca
No me fui
No me fui nunca
¿Tarde?
Como las risotadas de dos mujeres que se escuchan, estridentes, en el rellano de la escalera
y siempre vuelven aunque sean en las laringes de otras mujeres, así yo nunca me fui
¿Tarde?
Nunca es tarde. La huella que va quedando. Tampoco es tarde.
Ya estoy.
Sólo fueron unos días. Las tormentas, ya sabes, querida, a veces me quedo dormido semanas enteras mecido por ellas; una vez, al volver de tan largo sueño, había encanecido la parte trasera de mi cabeza. Me dijeron, tú sabes cómo corren las habladurías, que ese trastorno en el pigmento capilar había sido debido a un sufrimiento largo y sostenido en el tiempo. Apenas creí. El sufrimiento no es blanco. Como mucho gris, me dije para mis adentros.
Así es que aquí estoy
siempre vuelvo
hasta el último instante
ese que en un día de vino y rosas culminaría con la nota aguda de un violín.
En el ensueño alardeo de pequeñas bacanales en las que la risa y el placer se riegan con jugos de la tierra y con largos y bien hilvanados versos. Conciencia de sí ¿qué más se le puede pedir al existir? 
Se acercan por mi nuevo horizonte nubes oscuras preñadas de transparencias.
Prepararé la cama.
 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/10/2022 a las 13:29 | Comentarios {0}


Medea de Eugène Delacroix. 1838
Medea de Eugène Delacroix. 1838

Según informan las autoridades nepalíes los hombres son como las montañas: apenas cambian.

El águila, ya por la tarde, ha girado en círculos alrededor de una oveja muerta.

La vecina de un pueblo dejado de la mano de dios, descubre a las siete y media de la tarde a una cantante que la emociona.

Se lamenta la última cifra de muertos (el lamento es por la cifra, no por los muertos). Tanto se lamenta, informan las autoridades locales, que se ha prohibido escribir la cifra y en resolución de la ONU se ha llegado hasta el extremo de hacerla desaparecer de la lista de las cifras. La prohibición entrará en vigor a las cero horas del día de mañana y su aplicación universal.

El águila se revuelve y parece imaginar como si fuera una mujer de mediana edad, profesora en una universidad alejada de cualquier centro de decisión. El águila mira con los ojos de una mujer universitaria. Eso es todo desde la península de Kamchatka.

El tiempo como construcción es cruel, ha informado una obispa anglicana al socaire de un amor imposible. En su declaración añadió: Yo siempre la amé y ella siempre me toreó -como dirían en Spain-. Ahora lloro lentamente y me ducho sin mirarme.

La distancia con respecto al telescopio James Webb es la misma desde Biarritz que desde Laos, asegura un físico de la NASA que prefiere mantenerse en el anonimato.

La guerra se acerca y el baile amaina en las playas de Honolulú.

Buenas noches.

Última hora: Antonio Gamoneda, poeta, duerme. 
 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/01/2022 a las 19:42 | Comentarios {0}



Desde el silencio de la mañana, siento que se acerca.
Existe también silencio cuando tecleo.
La espera siempre me impacientó. Siento que se acerca.

Tengo junto a mí un grueso cuaderno que me regalaron dos que fueron amigos (las personas transitan por nuestras vidas y la mayoría de ellas acaban desapareciendo. Al escribir el inicio del paréntesis ya me contradigo y de inmediato pienso que no a todas las personas les ocurrirá lo mismo. Probablemente sí en las grandes ciudades de Occidente. Del Oriente poco sé como tampoco conozco mucho el Septentrión o el Austro; quizás en esas regiones las relaciones sean otras; intuyo que en alguna ni siquiera se den relaciones de amistad), vuelvo entonces al cuaderno grueso porque en él hay parte de un diario. En muchos cuadernos suelto durante un tiempo cómputos del tiempo en forma de diarios y luego los abandono y se traspapelan hasta que víctimas por ejemplo de una mudanza vuelven a aparecer y caen de nuevo en mis manos y al releer lo que en ellos se anota, me sorprende que aquel que lo ha escrito sea eso que se dice Yo. Y pienso como el título del libro del maestro yogui Srij Nisargadatta Maharaj, Yo soy eso. Añadiría un adverbio al título para esta ocasión: también, También soy eso; no 'También fui eso' sino el verbo en presente porque al hacerlo así lo que quiero afirmar es la sensación de acumulación, la idea de estratos en la conformación de la persona, sólo que, al igual que en uno de los métodos científicos, el más ortodoxo, esa estratificación no tenga sentido ni finalidad alguna.

Leo Romeo y Julieta.  Veleidoso Romeo. No recordaba sus amores con Rosalina. Julieta tiene trece años, Romeo no más de dieciséis. Lady Capuleto le dice a su hija que cuando tenía su edad ya la había parido. En el Renacimiento la biología aún supera la moral como la realidad del Sol superaba los usos económicos de las horas.

En el paseo de la tarde he visto enfrentados a Casta Diva y a Helios; Helios ya se tumbaba, Casta Diva se desperezaba. Los colores del otoño. Una bruma. Los mugidos de un animal. El comentario de una paisana acerca de los aguacates. Se acerca.
Se acerca
Se acerca

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Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/11/2021 a las 14:18 | Comentarios {0}


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