Nada, ha sido un decisión casi instantánea. De repente ha detenido la máquina. Se ha fijado en la blancura de la luz de los tubos de neón y lo sucio que parecía su mono de trabajo bajo su ámbito. Ha dejado las herramientas colocadas sobre el banco de carpintero. Ha ido un momento al aseo. Ya no pensaba nada. Ha cerrado el taller. Ha bajado la persiana. Ha echado la llave. Se ha puesto a caminar.
Desgarrado por un desamor que no le corresponde, sometido a un ensueño constante que bordea la pesadilla, se sugiere remedios que le llevan desde el vuelo hasta la profundidad del océano.
Decide en el camino de la mañana cuál es el nombre del color que lucen las hojas de un roble que se resiste a quedarse del todo desnudo. Piensa si es más marrón o más naranja y qué marrón entonces y qué naranja. Esa es la mañana. Esas son las decisiones de la mañana mientras en las tripas el desgarro se va haciendo grande y la música suele resultar extraña y busca, en soledades muy calladas, la explicación a ese desamor que no le corresponde.
Será también la lluvia. Los cielos cubiertos desde hace semanas. Será el otoño y su delicada dulzura que en ocasiones se ve alterada por la llegada de los vientos del norte que arrecian en la calleja de los pobres.
Será el lógico examen de conciencia. Mirarse frente a frente. Sentir que algo, sí, algo...
Diciembre. Los últimos días del otoño.
Piensa justo antes de dormir, ¡Qué faena!
Cuento
Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 17/12/2022 a las 19:33 | {0}No es el invierno. Es la mueca del tiempo que se va estirando y contrayendo. No el abrazo. No la broma. Lo que da calor. Lo que es calor. Es el frío, piensa, que sube como el que produce la cicuta. Un frío de abajo arriba, un frío que marca distancias con lo vivo. También con la serpiente. Con ella también. Como Jacques quisiera ser bufón en el bosque. Como Jacques quisiera que su desencanto lo abocara a la contemplación pura pero de momento ha de contentarse con la observación de sus excrecencias. No dejar de tener frío. No combatir ese frío que es la muerte que camina por su interior. Soportar la tentación del cuerpo que anhela vivir y ordena que busque una manta. No cubrirse. Salir al monte. Cumplir la llamada del suicidio honroso. Discurrir desnudo bajo la helada un último adagio: la vida es un cuentecillo frío.
Cuento
Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/12/2022 a las 20:33 | {0}Borde en lo alto. El azul del cielo corona una idea muy vieja del mundo. Los ocres parecen más quietos si los observa sentado. Apenas mueven el aire los mugidos de las vacas. Ayer, sin ir más lejos, lo movió más el manantial.
El sol ilumina su perfil. Un comentarista a lo lejos. La sombra de un insecto recorre la mesa y a veces pasea por la hoja.
No dejarse ir (se describe). Ser consciente de... Evitar. Fluir. El sol como fuente de calor. Los cielos se nublan. Las montañas superpuestas (¿los montes?). Una masa de árboles en el centro de la imagen y en la parte inferior -si fuera un cuadro- geometrías humanas, colores metálicos, un interior.
Cuento
Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/12/2022 a las 19:37 | {0}Se encaminó por la calle de todos los días hacia el bar donde solía desayunar desde que su hija se había ido a vivir a Irlanda. Se había arreglado como todas las mañanas con un maquillaje ligero (el justo para que borrara la fatiga del rostro); vestía con cierta elegancia como si en ella -que era mujer humilde- quedaran restos de tiempos más holgados. Cuando entró en el bar, la camarera -una emigrante americana que tenía el don de la sonrisa- la saludó y sin preguntar empezó a prepararle su desayuno: café con leche, largo de café y muy caliente acompañado con una tostada de pan de molde con mantequilla y mermelada de albaricoque. Desayunó. Durante el desayuno tuvo un par de respiraciones raras, como si de improviso le faltara el aire y tuviera que inspirar fuera de tiempo. Pagó. Se despidió. Salió del bar. Se dirigió al metro. Bajó. Esperó en el andén como todas las mañanas desde hacía tantos años. La única diferencia fue que cuando el tren estuvo a su altura ella se tiró bajo sus ruedas y quedó partida en dos, del todo muerta.
Cuento
Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/11/2022 a las 19:40 | {0}
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Cuento
Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/02/2023 a las 20:13 | {0}