Hasta que la tormenta llegue a cubrirnos los ojos
y entonces las llagas se mojen y todo quede resuelto en una memoria de pez
¡He vuelto! ¡Estoy aquí algo Sterne y algo Alfarache!
Porque he llegado a amar las luces de la tarde como se aman los libros
y tu pelo, ¡Oh, Liana! ha sido siempre para mí olor de la vida que explota sobre la almohada
Nada tiene que ver que sea la madrugada y esté a punto de tomarme un café
ni que escuche The Clash en su grande, grandísimo London Calling
Las musas aparecen cuando quieren y escriben de lo que les sale de su divinal coño
y a mí me tienen de amanuense, utilizando mi mente y mis manos para refolcigarse del mundo de los mortales y sus morales
Porque camino a tientas por la obra de un autor romántico
o me congratulo de que Borges quisiera enseñarnos literatura (o mejor autores)
Hay en la noche, en la luz eléctrica que se proyecta sobre la madera del viejo escritorio de monja en el que escribo
-siempre he creído que este escritorio que me regaló una antigua amiga de la almoneda de una amiga suya, perteneció a un convento donde una monja ciertamente alta y delgada -sorbida a sí misma- escribía cristología en los insomnios de su vida (que luego escondía en el altillo de su celda con la secreta intención de que una vez muerta se descubrieran y dieran lugar a una segunda Hildegarda pero castellana, castellana vieja, de Carrión de los Condes por ejemplo)- una sonoridad que no se puede dar por la mañana (porque la luz suena en la madera de los escritorios viejos sólo en las madrugadas).
Así acierto una vez más. Porque nada importa por más que muchos días, muchos días, sienta que me falta la guinda del pastel. Aunque te he de reconocer, querido lector, que nunca me gustaron las guindas.
y entonces las llagas se mojen y todo quede resuelto en una memoria de pez
¡He vuelto! ¡Estoy aquí algo Sterne y algo Alfarache!
Porque he llegado a amar las luces de la tarde como se aman los libros
y tu pelo, ¡Oh, Liana! ha sido siempre para mí olor de la vida que explota sobre la almohada
Nada tiene que ver que sea la madrugada y esté a punto de tomarme un café
ni que escuche The Clash en su grande, grandísimo London Calling
Las musas aparecen cuando quieren y escriben de lo que les sale de su divinal coño
y a mí me tienen de amanuense, utilizando mi mente y mis manos para refolcigarse del mundo de los mortales y sus morales
Porque camino a tientas por la obra de un autor romántico
o me congratulo de que Borges quisiera enseñarnos literatura (o mejor autores)
Hay en la noche, en la luz eléctrica que se proyecta sobre la madera del viejo escritorio de monja en el que escribo
-siempre he creído que este escritorio que me regaló una antigua amiga de la almoneda de una amiga suya, perteneció a un convento donde una monja ciertamente alta y delgada -sorbida a sí misma- escribía cristología en los insomnios de su vida (que luego escondía en el altillo de su celda con la secreta intención de que una vez muerta se descubrieran y dieran lugar a una segunda Hildegarda pero castellana, castellana vieja, de Carrión de los Condes por ejemplo)- una sonoridad que no se puede dar por la mañana (porque la luz suena en la madera de los escritorios viejos sólo en las madrugadas).
Así acierto una vez más. Porque nada importa por más que muchos días, muchos días, sienta que me falta la guinda del pastel. Aunque te he de reconocer, querido lector, que nunca me gustaron las guindas.
Nuevo comentario:
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
Cuentecillos
Meditación sobre las formas de interpretar
¿De Isaac Alexander?
Libro de las soledades
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Reflexiones para antes de morir
Haiku
Recuerdos
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
Listas
El mes de noviembre
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Saturnales
Agosto 2013
Citas del mes de mayo
Marea
Sincerada
Reflexiones
Mosquita muerta
El viaje
Sobre la verdad
Sinonimias
El Brillante
No fabularé
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
Desenlace
El espejo
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Sobre la música
Biopolítica
Asturias
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Las putas de Storyville
Leonora y el húsar
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Ensayo
Tags : Atrofias Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/05/2018 a las 01:33 |