Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

...seguiríamos con las banderas ondeando al aire; seríamos miles los que descamisados lanzaríamos soflamas mientras por las grandes avenidas un olor de flores y pólvora nos recibe; luego, cuando la noche hubiera caído, se iría cada mochuelo a su olivo y tras cenar y mirarse a los ojos, las mujeres y los hombres y los fluidos y los transgénero, se enzarzarían en sus amores y los muchos solitarios harían sus soledades; todo el orbe estaría en calma; la naturaleza atenta a sus propios ritmos se encargaría de que el reloj de la vida no se detuviese y esa incalificable sensación de ser el alimento o ser el alimentado se reproduciría en todos y cada uno de los rincones del planeta, en todas y cada una de sus escalas; más tarde algunos harían balances y otras generarían estadísticas y las aves rapaces sobrevolarían por estos aires mundanos en donde respirar es requisito y refugiarse necesidad; nadie hablaría mucho, lo justo para no entorpecerse; las carreteras resquebrajadas ya no sirven como pista hacia ninguna parte; las antenas sin receptores sólo se contemplan como delicadas estructuras con algo de arte y otro poco de pasado; los descamisados seguiríamos la marcha tras el solaz y el descanso hacia ninguna parte mientras eso que llamamos mundo marcha también por su cuenta; de nuevo en la jornada irán cayendo muertos muchos de los nuestros y allí los dejaremos, sin homenaje alguno, sin grandes palabras; esa fue nuestra consigna: si caemos, sigamos y así seguimos, dando vueltas por un mismo perímetro, deteniéndonos aquí o allá, con la mirada fija si detectamos agua, con la mirada fija si tiembla el futuro, con la mirada fija si paren las bestias, con la mirada fija en la espalda del que nos antecede; no hay nada más, ya no hace falta. 
 

Cuento

Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/06/2025 a las 17:17 | Comentarios {0}








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