Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Podrá marchar por una larga alameda. Seguirá el invierno. Las catástrofes se reproducirán un año más y voces de otro tiempo provocarán alardes teológicos (no critica que se haga. Más bien critica a quien descontextualiza una opinión). La alameda estará desnuda. Las ramas de sus árboles producirán arcadas góticas.

Obligado por una cuestión de testamentarías una pareja viajó hasta el otro lado del mar justo cuando la tierra sacudió su herencia. Ambos yacen sepultados.

La imantación de una lectura en una librería/café, un libro de George Steiner Tolstoi o Dostoiewsky editado por Siruela en el que el crítico muestra que ambos son la cumbre del arte de la novela. Imantación por si pudiera beber algo de esos dos titanes y aplicarlo a su propia tarea.

Espera paciente de la llegada de una carta.

Un piano resuena y una mano surca el espacio para marcar compás y aire.

El temor a las ostras y su constatación, en mitad de la madrugada, cuando se despierta y ha de ir al baño con diarrea y dolor de cabeza. Se dice, Nunca más. Luego piensa, Hubo en la ingesta de las ostras algo de educación.

¡Qué gris el día!

En marcha.

Ensayo

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 16/01/2010 a las 11:54 | Comentarios {0}


Sin título











Mi ser en ti
así recuerdo
la autopista gris
camino del colegio
habías hecho sus trenzas
Mi ser en ti
fue tan gozoso
Hubo un día que sentí
al verme en ti
que todo beso cabía en mi boca
y que mi abrazo te envolvía
y tú sentías los brazos
del mundo protegiéndote

Poesía

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/01/2010 a las 08:59 | Comentarios {1}


Lo que se lee no es -necesariamente- lo que está escrito

Ensayo

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/01/2010 a las 08:46 | Comentarios {0}


Burj Dubai
Burj Dubai
Es este invierno inclemente. Tras cada esquina acecha un viento que corta el cutis. Relajado el cuerpo, tras la tensión de los últimos meses, me constipo. El amor. La angustia. La generosidad. La sorpresa. La justicia. La clemencia. La historia. Pasan los años y en muchos de ellos me acodo en el balcón de las circunstancias humanas y las observo. En otras ocasiones soy yo el observado y ese hecho, como ya demostró Heissenberg, me altera. La fotografía de una muchacha sola cuya foto se titula Sola. En blanco y negro. Encontrada mientras navegaba. La ayuda. La certeza. La batalla. El conflicto. La duda. La noche. Y esta nieve al mismo tiempo, esta circunstancia que muestra hasta que punto seguimos siendo primitivos. Hablamos del Tiempo como si él fuera cosa sagrada, ajena por lo tanto a nuestros deseos. Respirar. Respirar. Y ver la mañana lluviosa. Salir. El brillo de las calles. La soledad de algunos tejados. La sonrisa de Kelly. Respiro gracias a mi hermano. La sierra donde una niebla se disipa y los faros de los coches destellan y en los árcenes tiembla el hielo y los quitamiedos apenas asustan. El puerto llegó a su cenit. Luego se inició el descenso. La gratitud. La quimera. La mujer amada. El amigo ¿Quién observa? ¿A quién altera? Por el ventanuco asomará la primavera. Sé que bajo las tejas están los petirrojos. Y que más lejos hay un límite verde. Y más allá de ese límite se llega y se queda. Es duro este invierno. Maravillosamente cruel. Maravilloso saber que dentro de no mucho el Burj Dubai será una ruina visitada a oleadas los veranos. El Tiempo en sus dos acepciones es sagrado ¿Lo surcamos? ¿Nos surca? ¿Es un ser inteligente? Y las manos que teclean, ¿son tiempo articulado? Ese escuchar en ese espacio que también atraviesa el tiempo ¿es tiempo escuchado? Giro lentamente. Todos vamos más despacio. Apenas nos adelantamos. El suelo estaba cubierto de hielo. Cada paso era una victoria. Un muchacho a mis espaldas dijo, Alguno se ha matado de un resbalón. Y fuimos más despacio. Por miedo a llegar antes de tiempo al límite verde tras el cual uno se queda. Dios proveerá. Dios El Bueno, El Clemente, El Misericordioso. Atroz el invierno. Lo incomprensible. Lo inexplicable. Lo incongruente. Tan sólo si cambiara la expresión, si me acercara más a la Tierra y dejara los vientos para sus nombres. Toca Bebo Valdés y yo tecleo. Cada uno crea su música. Ruedan los coches. Navegan los navíos. Vuelan los aviones. Giran las galaxias. Cuelgan los lémures. Avanzan perezosos los osos. Se descubre una nueva y viejísima antigüedad. El paraíso.

Diario

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/01/2010 a las 19:55 | Comentarios {0}


Federico García Lorca



Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

Invitados

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/01/2010 a las 10:22 | Comentarios {0}


1 ... « 385 386 387 388 389 390 391 » ... 446






Búsqueda

RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile