Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

[…] como un ejército avanza mi cuerpo hacia el País de la Muerte; todos los intentos por retrasar el avance han sido abortados; el ejército de cada vida avanza hacia su muerte; ¡ven conmigo, muchacha alegre, y canta conmigo una canción y si quieres luego podemos tocarnos como si fuéramos nuevos y cada uno fuera para el otro la lentitud! […] esa calma del silencio […] los valles por los que caminó, las historias que leyó, todas y cada una de las horas que durmió […] volverá a Montaigne y a Ramón Andrés; perderá la noción (como se contaminó hace días con la posibilidad de que algo ocurriera y aquello le llevó al Libro de los venenos -que escribe Gamoneda a partir de las glosas que escribe Laguna en la fuente del  viejo Dioscórides- y se puso el antídoto en cuanto pudo) […] esa fiereza de la roca y el hielo bajo un cielo todo grises a los que azota Βορέας sin la más mínima piedad […] como un ejército […] por los últimos rincones de una casa pequeña (no hay casa pequeña), ya a punto, en la entrada […]
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/01/2024 a las 20:16 | Comentarios {0}



[...] a vista de pájaro (porque soy un pájaro, ¡menudo pájaro!, pájaro de medio pelo, pájaro que volar vuela pero vuela renqueante como si dijéramos vuela cojo; soy pájaro mitad gallo mitad gusano; soy metamorfosis de algo [de enredadera y asueto con un poco de cayena; o rocío con hebra y odre y ungüento con base de eleaterio o musgo, bencina y óvulo con su poquito de pluma] que deviene elevado, que se yergue aún, que vislumbra el planeamiento de un justo asesinato, que irradia, que finta, que escala, que asoma, que entrechoca, que anhela) suena la música de esta canción [...] cinco medidas, la nostalgia, esas congojas que acuden inocentes en las noches del invierno; cinco dudas, un deseo, la manera de decir algo bello; volver; pensar la vocación; ahuyentar o atraer, ¿qué más da? [...] ahora vuelvo, que me iba y al sentir de cerca el aliento de Dios escupí [...] esa bondad de sacristía [...] el esfuerzo por ser pueblo supuso la condena a la hoguera de los más [...] dulzura del aire; invasión pacífica. Dime si al volver no sentiste la trasgresión de la imagen y creíste llegar al fondo, tonto de ti, que aún no aprendes (y mira que te lo repetimos) que fondo no hay, como si dijéramos eternidades [...] vita activa [...] ¡Dale el mendrugo y con su pan se lo coma!
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/01/2024 a las 19:14 | Comentarios {2}



Tengo una canción contigo
sólo que no te la digo
 
Si me levanto y acude la niebla de diciembre y se diría que las cimas de las montañas se han disuelto en leche y muge el ternero, ese mugir lamentable que clama por su madre.
 
Tengo una canción contigo
sólo que no te la digo
 
Si paseo y la soledad es tanta que se vuelve amarilla el ansia y verdea la rosa y se acaricia el clavel su intimidad y vuela en círculos la rapaz; si paseo y llego y al llegar me vuelvo y camino de nuevo y un velo majestuoso e infantil se ciñe a mí como si fuera cejo en abril; si no me detengo, si vadeo, si salto, si esquivo, si sigo y todo en un silencio acorde con el silencio que me envuelve, es más, acorde con el profundo universo, allí donde las ondas se vuelven infrarrojas.
 
Tengo una canción contigo
sólo que no te la digo
 
Si consigo sentarme y mirar de frente el final de la tarde. Hoy sí estaba caliente el café con leche. Había cierta sensación de calma. Sentía la inclinación de mi cuello con respecto al eje de la vertical. Me apoyaba en el respaldo de la silla. Escuchaba a St. Germain. Antes había escuchado la canción que tengo contigo sólo que no te la digo.
 
Tengo una canción contigo
sólo que no te la digo
 
Si la vida no fuera un cuento contado por un idiota lleno de ruido y furia que no significa absolutamente nada; si existiera el sentido en todas sus direcciones; si pudiera adherirme al ciclo secular de la historia del mundo; si cupiera la poesía en todo esto y sobre ella pudiera cabalgar hasta ti, naricita, pequeña Clotilde, ojos grandes, fiebre hermosa, arcángel…
 
Tengo una canción contigo
sólo que no te la digo
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/12/2023 a las 19:17 | Comentarios {0}



...estaba el mundo loco, veía tus maletas, volvía la mirada hacia atrás, pensaba, mugía, berreaba, me sentía un toro solo al que el invierno le llegó; quería ver tus ojos, sí, eso quería, en esas laderas áridas, en las que la hierba se ha vuelto mortecina y por las que los vientos pasan una vez y otra, inclementes; oh, si yo te viera, si te viera, con la sonrisa dibujada en tus ojos y tus labios prestos a saludar; si fuera febrero de cualquier año anterior a la debacle, si fuera por una calle asfaltada, si fuera en la ciudad que nos vio nacer, si fuera, ¿por qué no? por un camino de tierra casi, casi a orillas del mar...

...si fuera cualquier agosto posterior a la debacle ( me había quedado dormido... la tarde bochornosa, el perro en el jardín, el final del pueblo), verte entonces, tras tantos años, al final de mi camino, cuando tanto importa todo porque ya no importa, cuando he descubierto la parte de mi que los demás no pudieron ver y lo he aceptado y espero que llegue el invierno para sentir, justo al inicio, la tremenda nostalgia de lo que nunca fue; si fuera entonces el rencuentro bajo una acacia -que es el árbol favorito de las jirafas-, la sombra se proyecta sobre el manto del mundo, se escucha el canto postrero del último Kaua'i ò ò, las manos se extienden y parecen burlarse del momento, suena una vieja canción de un trovero cubano...

...la noche avanzaba. 
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 19/12/2023 a las 17:15 | Comentarios {2}



Vuelo y me contengo. Siento por la tarde la convulsión. Devengo Subo. Queja. ¿Hará o no hará? ¿Cuándo? He de decirte que mi alma se deshace cada día un poco más. No cejes. Sigue a la tuyo. El viento me volvió loco. También que no cogiera la pelota, que la dejara en cualquier sitio. Yo sabía que no era él quien me enfadaba. Yo sabía. Por las nubes. Por las caídas. Por la hierba que las vacas se comen. No vuelvas nunca. Vuelve. Vuelve. No vuelvas nunca. Vuelve. Que me muero. No vuelvas. Que me muero. De edad tan avanzada. Suelto al final del rosario. Esas cuentas que no salen. Ese mirar hacia el Infierno y no encontrar más que guijarros, incertidumbre y ni rastro de azufre, ni rastro de amarillo, ni rastro de tu rastro. La fruta en el suelo. Las flores marchitas. El martillo pilón del invierno. Lo pardo de la montaña. La mente urbana en una estancia rural. Subo. Apoyo. Hago los ejercicios. Voy sintiendo el suave desfallecimiento, casi romántico, del diabético. Nervios de seda. Sangre sin dulzor. Y lo haré. ¿Lo haré? Vuelva la espera. No pierdo los nervios. Vuelve. No vuelvas. Que tu abrazo. Que tu mirada. Que la estela turquesa de un océano. ¿Sabes que la travesía de cualquier canoa que haya surcado las aguas de cualquier mar sigue estando? Mi mano sigue estando. Mi cuidado sigue estando. Aquellas noches de tu infancia siguen estando. Podría recuperarlas. Hacerlas mías de nuevo. Tus ojazos  que se van cerrando. Mi mano cogiendo la tuya. Mi espera. Mi vuelta. La roca blanca. Los bosques de Irlanda. Acompañar a John Falstaff hasta Windsor. Quisiera... el frío... mostrarte. Vuelve. No vuelvas. ¿Vuelves? ¿No vuelvas? Diciembre. La meseta castellana.
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 13/12/2023 a las 13:48 | Comentarios {0}


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