Porque nací en las grandes ciudades de occidente
me cuesta desnudarme ante ti
Yo me acercaría y expondría con vehemencia la inocencia en tu perro
desviaría mis ojos de los tuyos (aunque previamente los hubiera mantenido en ti)
y haría -al modo de los bluesman- un baile con mis hombros
un baile si quieres sincopado
incluso te concedería un baile de borracho lento
Porque nací en las grandes ciudades
me observo de vez en cuando en el espejo
y espero en el balcón el alarde de tus pechos sin sostén
como si renegaras, con ese vaivén, del rito de las primates humanas y sus blufs de seducción
Porque nací en las grandes ciudades
recelo del que habla mucho
me fijo en las uñas pintadas
acierto con las normas de circulación
sé que los ancianos son esclavos de la ciencia y su miedo a morir
Porque nací en las grandes ciudades
ensueño ferocidades con tus nalgas
y riego con mi orina el recodo último cuando sé que no hay nadie y el chorro a nadie alterará (ni tan siquiera a mí)
Porque nací en las grandes ciudades de occidente
mi mente divaga, la loca de la casa,
y he de dejarla hasta que se agote
como ayer que se agotó justo cuando contemplé
la luna haciéndose señora de mis humores
y supimos que debíamos atravesar el plenilunio una vez más
me cuesta desnudarme ante ti
Yo me acercaría y expondría con vehemencia la inocencia en tu perro
desviaría mis ojos de los tuyos (aunque previamente los hubiera mantenido en ti)
y haría -al modo de los bluesman- un baile con mis hombros
un baile si quieres sincopado
incluso te concedería un baile de borracho lento
Porque nací en las grandes ciudades
me observo de vez en cuando en el espejo
y espero en el balcón el alarde de tus pechos sin sostén
como si renegaras, con ese vaivén, del rito de las primates humanas y sus blufs de seducción
Porque nací en las grandes ciudades
recelo del que habla mucho
me fijo en las uñas pintadas
acierto con las normas de circulación
sé que los ancianos son esclavos de la ciencia y su miedo a morir
Porque nací en las grandes ciudades
ensueño ferocidades con tus nalgas
y riego con mi orina el recodo último cuando sé que no hay nadie y el chorro a nadie alterará (ni tan siquiera a mí)
Porque nací en las grandes ciudades de occidente
mi mente divaga, la loca de la casa,
y he de dejarla hasta que se agote
como ayer que se agotó justo cuando contemplé
la luna haciéndose señora de mis humores
y supimos que debíamos atravesar el plenilunio una vez más
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Narrativa
Tags : Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/09/2015 a las 11:07 |