Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Imágenes en el Metropolitano de Madrid
Es una mujer que hubo de ser guapa o más que guapa, bonita. Tiene el pelo cortado en media melena, muy rizado, castaño claro, peinado con raya ligeramente inclinada a su izquierda. Tendrá unos cuarenta y cinco años algo mal llevados (o llevados con pocas cremas), tiene muchas arrugas y sus labios son finos de edad. Es muy, muy delgada y todo en ella recuerda a una pajarilla bonita pero dejada y cuando cierra los ojos y coloca las dos manos extendidas sobre el bolso, con sus uñas largas y sin pintar y dormita de seguido estación tras estación como si no necesitara en absoluto la vista para saber cuándo ha de bajar, es igualita a un mirlo que anduvo cantando hace un par de veranos en un lugar donde viví.

También es una mujer pero ésta (una real hembra como diría mi tío Carlos) es muy morena, muy salvaje, tiene unas piernas larguísimas, un pecho exuberante (apenas me importa si implantado) y una mirada como acabada, trágica. No tendrá más de treinta y cinco años. Se diría que viene exhausta de algún lugar o que su vida le ha llevado hasta ese momento en el que sentada en ese vagón del metro todo le importa nada y lo único que quisiera es dormir y no soñar.

Un trío de muchachos, entre catorce y dieciséis años, llevan un perro metido en un bolso. No se sabe muy bien el sexo de cada uno de ellos, bueno quizá de uno sí, pero los otros dos son hermosamente hermafroditas. Frente a ellos se sienta un hombre negro bellísimo, con unos ojos de mirar intenso y una boca que muestra una perfecta armadura dental. Tendrá veinticinco años. Lleva una gran cantidad de equipaje, dos mochilas y un macuto militar. Con el viaja una mujer madura, de una mirada verde de alcohólica empedernida, llena de ternura y de curiosidad por todo lo que ocurre alrededor. También lleva equipaje. En un momento él y ella se comparan las venas de los antebrazos. La venas del muchacho son un prodigio de fuerza, de sangre corriendo poderosa. Surgen como largos ríos subterráneos. Las venas de ella son finas, delicadas, azulinas.

Narrativa

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/08/2009 a las 20:33 | Comentarios {0}


Plano del Monasterio de Saint-Gall. Año 820 d.C.
Plano del Monasterio de Saint-Gall. Año 820 d.C.
Cuando los germanos acabaron con el Imperio Romano, allá por el siglo V, se instituyó la era de la vida privada ¿Qué significa exactamente esto?

De lo grande a lo pequeño: tierras pequeñas, pocos vasallos, pequeños ejércitos, pocos aliados que en conjunto, si era necesario, se juntaban para hacer frente a un enemigo común.

Leyes no escritas. Leyes transmitidas por tradición oral. Hay un término que nombra al poseedor de las las leyes en la memoria: los rachimbourgs, verdaderas bibliotecas andantes y pensantes.

El robo de un tarro de miel por un siervo en el siglo XI estaba castigado con la pena de muerte. El asesinato de un hombre se castigaba con el pago de unas cuantas monedas de oro.

Un hombre poderoso se iba haciendo en su casa, fortificada, con una serie de vasallos que con el tiempo daría lugar a importantes puestos en las cortes europeas de los reyes absolutos. Nacen los senescales (palabra que procede del antiguo Alto Alemán, sinis kalk: el más viejo de los criados. Criados en el sentido de que desde niños estos futuros servidores del señor feudal son criados intramuros de su fortaleza. Se producen lazos más fuertes que los de la sangre. Lazos de honor y dignidad) los mayordomos (maior domus), los condestables, los sumilleres, los mariscales o los aposentados. Lazos y más lazos privados.

En la vida religiosa católica que a lo largo de los siglos V-XI va tomando más y más fuerza, surgen, como culmen de la privacidad y el recogimiento, los monasterios de la regla de San Benito, donde los monjes se obligan a mirarse hacía sí mismos sin eludir la tentación exterior en forma de peregrinos y necesitados que acuden a ellos en busca de cobijo o alimentos.

Debilidad del hombre solitario.

Cuando los sajones se instalaron en la región de Boulogne, construyeron aldeas de chozas rodeadas de un seto vivo de espinos llamado zaun. La palabra Zaun derivó en thun y de ahí, en inglés, se generó el término town, ciudad.

La belleza e importancia del huerto en la Alta Edad Media. El huerto es el espacio cerrado más querido en esta época.

Historia de la Vida Privada. La Alta Edad Media. Evelyne Patlagean y Michel Rouche. Tomo 2. Editado por Taurus

Narrativa

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/07/2009 a las 10:26 | Comentarios {0}


En la primera mañana hubo concordia. Todos se miraron y comprendieron que no había cosa mejor que contemplar las aguas doradas del lago Hoo Shon. Al fin y al cabo sabían que el comandante Sse, más tarde o más temprano, vendría a buscarles en su aeroplano.
En la primera tarde una mujer se empeñó, es decir se hizo peña, al acercarse demasiado a las aguas doradas del lago. Dicen los que la vieron que ocurrió cuando con la uña del dedo meñique del pie izquierdo tocó el agua. Se convirtió en una peña preciosa, toda de cuarzo, con las cabellos pétreos al aire. Luego todos miraron al cielo para ver si escuchaban mejor las hélices del aeroplano del comandante Sse girando hacia donde ellos se encontraban.
En la primera noche el espectáculo de la negritud que en nada concernía a las aguas doradas, dejó boquiabiertos a todos los que esperaban y más cuando en el centro del lago surgió con la forma de una huella el rostro más amado.

Narrativa

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/06/2009 a las 12:21 | Comentarios {0}


Los ojos del rey miran enamorados la figura que yace. Urna en el páramo. Atrás queda el humo de la batalla y resuenan como de cristal los tambores de piel de hipopótamo. El rey sangra del hombro. No se duele de la herida sino de la figura que yace aún caliente en la urna. Es su hijo muerto con valor en la batalla a la edad de once años. Nobles, siervos y clerecía guardan silencio, hasta el viento se ha calmado y ni un ave osa alterar el responso. Pronto caerá la tarde. Perdida la batalla y perdido el hijo el rey piensa ahora en el final de su dinastía y siente lo que hasta entonces nunca había sentido: el peso de los años en cada una de sus articulaciones.

Narrativa

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/06/2009 a las 12:28 | Comentarios {0}


Carreteras:

Bordea una tierra llana, amarilla, en febrero.

Un puerto con niebla. Despacio. Vamos despacio. Verdes. Muchos verdes difuminados. Manchas verdes.

Gira sobre el mar. Un mar radiante. Un mar que se hunde, sin resistencia, en la noche sin luna.

Carretera de montaña en Francia. Hacia Port Bou.

Lugares:

Una cena frugal en un puerto pequeño. Recuerdo la playa atestada de exiliados al terminar la Guerra Civil Española. Los campos de concentración. Un recuerdo imposible en mí (aún me quedaban muchos años para nacer) y sin embargo nítido.

Llueve y hace sol. Asturias.

Un prado.

Carreteras:

De tierra. Cada vez más estrecha. A ambos lados fincas privadas. En bicicleta.

Es una carretera que acaba en un cul-de-sac. En el oeste. Un río corre en paralelo y unas barquichuelas se mecen sin ganas sobre sus aguas en una tarde sin viento.

A lomos de una camioneta. Grandes extensiones de cultivos de marihuana. Murcia. En enero. La parte trasera de la furgoneta es descapotada. Hace frío, viento y un pavimento frenético.

Lugar:

Playa en el fin del mundo. El faro de Trafalgar. Con una muchacha. En plena madrugada.

Narrativa

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 18/06/2009 a las 19:37 | Comentarios {0}


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