Sabes que llega ese momento. Es más, en realidad, sabes que vuelve.
Perderte cuando vas a donde crees no querer ir ¿Estaba mal señalizado?
¿No quieres ir? Vas. Lo consigues.
No has visto ni un gesto, bueno, sí, recuerdas a una mujer mayor que te ha servido un café con leche.
Luego vuelves y el cielo está gris.
Algo hay sin tensión en ese cielo y en el sonido apagado de la ciudad.
Vuelves y el sabor de la comida te desagrada. Y entonces te das cuenta de que ha llegado, de que ha vuelto. Y sabes que vas a tener que convivir con ello, unos días. Porque dura unos días.
Te planteas si hay que luchar o no o, si como dice el principio, La vigilia todo lo disgrega y el sueño todo lo unifica.
Ahora, ya la noche, bulle en tu interior una carta. Sabes que terminarás escribiéndola. Hoy no será. Tiene que pasar, te dices, y al mismo tiempo te dices también que porque ha llegado ha surgido la idea de esa carta.
Luego giras en tu silla y piensas en una distracción.
Conoces algunos remedios. Podrías -piensas- poner uno de ellos en práctica. Quizá lo hagas, sí, quizá.
Ayer fuiste amable.
Hoy ha vuelto.
Perderte cuando vas a donde crees no querer ir ¿Estaba mal señalizado?
¿No quieres ir? Vas. Lo consigues.
No has visto ni un gesto, bueno, sí, recuerdas a una mujer mayor que te ha servido un café con leche.
Luego vuelves y el cielo está gris.
Algo hay sin tensión en ese cielo y en el sonido apagado de la ciudad.
Vuelves y el sabor de la comida te desagrada. Y entonces te das cuenta de que ha llegado, de que ha vuelto. Y sabes que vas a tener que convivir con ello, unos días. Porque dura unos días.
Te planteas si hay que luchar o no o, si como dice el principio, La vigilia todo lo disgrega y el sueño todo lo unifica.
Ahora, ya la noche, bulle en tu interior una carta. Sabes que terminarás escribiéndola. Hoy no será. Tiene que pasar, te dices, y al mismo tiempo te dices también que porque ha llegado ha surgido la idea de esa carta.
Luego giras en tu silla y piensas en una distracción.
Conoces algunos remedios. Podrías -piensas- poner uno de ellos en práctica. Quizá lo hagas, sí, quizá.
Ayer fuiste amable.
Hoy ha vuelto.
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Ensayo
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/11/2009 a las 18:45 | {0}