La ciudad, las personas en la ciudad, las gentes. Todas las gentes. Los refugios. Las casas. Deseo. La mañana. El pan. Las colas. Los turistas aún en octubre. El sol. El sol. Camino con una mochila verde de mi hija por la calle Mayor. Cruzo algunas miradas. Las gentes. Las multitudes. Como putas ovejas todas en el mismo sitio. Mansedumbre y muchedumbre se parecen en exceso en su significante como para no rozarse en su significado (Ferdinand de Saussure). El metro. Un suelo que resbala. Me parece absurdo solar con un material resbaladizo los vestíbulos y pasillos del metro. Las escaleras mecánicas luego. El calor. Las estaciones. El olor de la gente. Nuevas miradas. Yo con mi mochila verde. Es entonces cuando se me cruza por primera vez la impresión de viscosidad. Como una premonición quizá. Hace días estoy sincronizado con diez segundos por delante de mi tiempo. La calle con su cuesta empinada. Una mujer huele mal y le dice a otra que no piensa ducharse. Me debato. Con mi mochila verde. El olor, la sensación del olor, lo cultural de todos nuestros sentidos. Un perro, claro, huele sin problemas la mierda de otro perro. El asco. No sé por qué. Estoy contento. Estoy bien. No es un día de esos en los que el mundo atormenta y yo me atormento. No, en absoluto. La noche anterior ha sido divertida. Voy a comer a casa de mi hermana. Clara la mañana de domingo. Comemos. Nos vamos Violeta y yo. Cogemos el autobús 26. Nos sentamos. Con la mochila verde. Ella está en la ventanilla. Y así empieza. A nuestras espaldas unos carteristas han sido descubiertos. Son dos mujeres y un hombre. Un señor lo ha descubierto, ha agarrado el bolso de una de ellas, ha cogido su cartera, alrededor han comenzado a alzarse las voces y la carterista ha empezado a insultar, Hijos de mala madre, cabrones, yo no he hecho nada y mientras lo decía la otra ha intentado robar a una mujer japonesa, justo detrás de nosotros. La mujer japonesa se ha puesto a gritar a la ladrona. Las ladronas se han puesto a insultar  a todo el mundo y entonces lleno de una viscosidad extrema, asqueado de este mundo y de estas gentes, no queriendo que mi hija escuchara semejante violencia, me he dado la vuelta y he dicho, Se acabó. Ni un insulto más. Ni un grito más. Está claro. Nadie. Todos se han quedado callados. Los tres carteristas me miran. Me mira la mujer japonesa. El autobús 26 se para y sólo cuando bajan una de las carteristas lanza un último insulto. Miro a mi hija, agarrada a su mochila verde. Está tranquila. Es una niña con temple. Quisiera hablarle, decirle no sé qué justificación sobre la existencia de estos miserables, con vidas miserables, de este mundo miserable, de acciones miserables. Me callo. Llega nuestra parada. Nos dirigimos a la puerta y le digo a la señora japonesa que tenía razón en llamar la atención. Ella intenta explicarse de nuevo. Bajamos. Dejo a Violeta en casa de su madre. Cojo el metro. No quiero mirar caras. No quiero registrar sucesos. Me doy cuenta entonces de que es domingo y la sensación del domingo me está invadiendo (esa mezcla entre melancolía y aturdimiento). Quisiera llegar a mi casa. Pienso en mi casa futura. No sé por qué. Camino y pienso y digo en alto, Sí, dentro de nada tendrás tu casa, dentro de nada, sí, vamos, ánimo, dentro de nada. Llego al portal. El cielo se ha cubierto con un velo de nubes inofensivo. Mi hija estará en su casa. Estoy seguro que algún día... sí algún día y entonces pienso, ¡No, no, no es verdad, la mejor defensa no es siempre un buen ataque!  Y quizás aún menos en domingo.
					 
				 
		 Ventanas
	 
		 Seriales
	 
			 Archivo 2009
			 Escritos de Isaac Alexander
			 Cuentecillos
			 Fantasmagorías
			 Meditación sobre las formas de interpretar
			 ¿De Isaac Alexander?
			 Libro de las soledades
			 Colección
			 Apuntes
			 Archivo 2008
			 La Solución
			 Reflexiones para antes de morir
			 Aforismos
			 Haiku
			 Recuerdos
			 Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
			 Olmo Dos Mil Veintidós
			 Sobre las creencias
			 Listas
			 El mes de noviembre
			 Jardines en el bolsillo
			 Olmo Z. ¿2024?
			 Saturnales
			 Agosto 2013
			 Citas del mes de mayo
			 Mosquita muerta
			 Sincerada
			 Reflexiones
			 Marea
			 El Brillante
			 Sinonimias
			 No fabularé
			 Sobre la verdad
			 El viaje
			 Perdido en la mudanza (lost in translation?)
			 Desenlace
			 El espejo
			 Lecturas en alta voz
			 Sobre la música
			 Biopolítica
			 Asturias
			 Velocidad de escape
			 La mujer de las areolas doradas
			 La Clerc
			 Derivas
			 Carta a una desconocida
			 Las manos
			 Tasador de bibliotecas
			 Ensayo sobre La Conspiración
			 Ciclos
		 
	 
		 Archives
	 
		 Últimas Entradas
	 
		 Enlaces
	 
		 © 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
	 
	 
 
				 
Diario
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/10/2009 a las 20:59 |