Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Lucero del alba
Este cansancio. Cuando el pasado aparece: agujita de pinchar, sueño escatológico, PRIncipio de autoridad.
Mañanitas de San Juan. Alto nivel de contaminación. Tendré que volver a respirar.
Sintonía.
ACronÍa sobre el sulfuro de amianto de una catedral en ruinas en el gran continente de Platón.
ANGINAS
ESPERMICIDAS
ÓVUlos
súcubos.
Borra.
Escribe.
Monta sobre la brújula y encuentra de nuevo la dirección
VAN morrison QUE AHÍ ES NÁ.
Salta balcón de tus pechos FLOREaLES
Y vendrá ¿quién decir? RabeLAIs a contar exuberancias.
Huella del amargo Hedor sobre el blando colchón de las hierbabuenas
Y el sonido de la encina en primavera
Y el dulzón olor de la higuera.
AHORA SÍ
ASÍ SÍ SE puede.
Recomenzar
Aterrizar
¡Anúdalo con el SOSIEGO desparramador de las enseñanzas!
¡Ven cariño mío!
Nos fundiremos acobardados ante el fuego
Y cantaremos una canción de carretera y pondremos si quieres un título hortera.
¿Y las camionetas?
¿Y las putas enciclopedias donde hombres repugnantes revisan la historia y la convierten de carbón en diamante?
Mirémonos en ese atardecer
Reguémonos y vivamos estos tiempos tan exTRAÑOS.
Sol de mi amanecer
Águila que rasea
Erizo de MAR sin antenas. Húrgame las miasmas. Límpiame con tu espalda y dejemos las mariconadas para pasado mañana...
¡Oh, Estela, que limpias son tus aguas!
¡Oh, fluir de bala!
No lo vas a hacer
Tomaras polen y serás zángano
Te levantarás UNA VeZ mÁs
Ríe corazón helado que llega el verano y si sigues en ese estado te comerán.
Son las ocho y media y AÚN NO SE HA ACOSTADO.
Sincopa el ritmo marino del maremoto ultramontano y FANTASEA con el mundo para JULIO y deja la FACA al descubierto y monta guardia ante tu alma y no te MESES más los cABellos.
¡Darling, quiero contarte la historia
del hombre que vi RESURGIR
del pozo más hondo de la mina
justo allá, tras la colina
donde vivir es morir!

Ahí me quedo más tranquila
TráEME la toalla
¡Hummmm!
Ya volverá. Ya volverá.
Resume tu locura en estas líneas que se pudren como ya se pudrió abril.
La risa emanaba de tu boca
y mi mano alcanzaba la c
opa que te iba a dedicar
el tren mugía su contento
y la hierba corría al encuentro
de un sueño de la niñez
Vals VEN el circo acampó a las afueras
ESTán toDAS haciendo sus ejercicios
el elefante BARRITA
y le hielo se deshace ante la sorpresa de los visitantes
Corre, BAILA, sana, MUELA, huye, MUELLE pinta una de sus alegorías BASkiat nunca será alero de la selección nacional y el tumulto que ARDE por cerrarse la SANGRE se va debiLItAndO.
¡uG, agg, uFuFuFuF!
yA SE HAN CALentado las manos y no pueden correr más rápido
que el mensajero del MIedo (mudo ahora)
Sigue y no pares y alerta a la mandrágora de que llega un ahorcado
Flujo de mujer
Blanco de hombre
Rojo musical
Verde cobarde
Manta para viajar
Baúl de comadres.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/06/2011 a las 20:08 | Comentarios {1}



¿Quién domina más: el neocórtex o la amígdala y el hipocampo?
¿Por qué es tan útil la ovulación secreta de las mujeres?
¿Todo es utilidad?
¿Existe la evolución aunque no sea como avance sino como cambio necesario?
¿Dónde se encuentran la moral y la ciencia?
¿Es tan distinto el amor literario del amor científico?
¿Cómo sé que fue la supervivencia la causa profunda de la última ruptura?

¿Y el alma?
¿También se inventó?
¿No existe?

¿Mis ojos sin tus ojos no son ojos?
¿Apenas somos conscientes del 10% de la realidad?
¿Qué es la realidad?
¿Qué es el 10%?

¿Porque se prueba en el laboratorio se certifica en la vida corriente?
¿Se prueba en el laboratorio o se induce la prueba?
¿No es cierto que toda prueba no es -en el fondo- más que un acto de fe con método?

¿Por qué no se cuenta -desde los ámbitos científicos- que Darwin se murió de miedo ante lo que descubrió en la Naturaleza y no se atrevió a escribir?
¿Pelvis o cadera?

¿Qué es ser más apto para sobrevivir?
¿Los ojos azules son una mutación antiquísima?

¿Cómo supimos que no éramos para nosotros?
¿O sencillamente tuvimos miedo?
¿Es el amor el deseo ancestral de fundirse con otro?
¿Especie e individuo son las dos caras de la misma moneda?

¿Cuánto influye la política en la ciencia?
¿Qué es la ciencia hoy en día?

Si el lenguaje -según las últimas teorías- se creó no para entenderse sino para confundirse ¿Por qué tenemos tanto afán de confusión?
¿Cuándo se producirá la próxima revolución copernicana?

Preguntas

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/06/2011 a las 09:00 | Comentarios {0}


Querido amigo:
Es cierto que a veces las mixtificaciones están como traídas por los pelos. Disculpa, si en este caso, ha ocurrido así. Aunque sólo por el hecho de que hayas jugado con los términos mitificación y mixtificación, ya merece la pena no haber hecho una buena mezcla con los ingredientes Mito Individual/Rito Social.
Imagino a veces que los pensamientos laterales como Edward Bono nos enseñó, tienen mucho de libertad de asociación y yo quería escribir sobre la mitificación pero también quería escribir -porque lateralmente estaba presente, de hecho esa tarde cantamos una canción de Dylan- sobre el encuentro con los amigos y las conversaciones. Y en el fondo, quizá, subyacía un elogio a lo normal, al encuentro entre personas que han vivido una gran parte de su vida en contacto y que tienen unos recursos que permiten entrar muy rápido en una paisaje común.
Gracias por la crítica. Intentaré afinar en mis mixturas y si vuelven a no hilar como debieran, espero tener de nuevo el placer de recibir un comentario tuyo.

Diario

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 31/05/2011 a las 12:40 | Comentarios {0}


Veo ayer un documental sobre Bob Dylan y escucho a muchas personas -músicos, escritores, críticos, fans y fons- alimentando la noción de mito.
Supongo la desolación de un hombre -si ese hombre es un hombre- al que las personas han subido a un pedestal, cualquier pedestal. El ansia de soledad que debe sentir.
Nunca fui mitómano. No entiendo muy bien cómo a nadie se le puede elevar a la categoría de semidios. Lo entiendo mejor en gentes que no han intentando lo que adoran de su mito. Me cuesta más entenderlo de quienes sí realizan una labor parecida. Porque tengo la impresión de que si alguien se dedica, por ejemplo, a escribir canciones sabrá en qué consiste ese trabajo. Se puede admirar el genio de un creador en particular pero no entiendo la elevación a ningún altar (o trono).
Como me ocurre con todo tipo de ritos o iniciaciones por muy democráticas que sean. Por ejemplo el mito del voto y la negación a admitir que la abstención en una votación no implica un rechazo del sistema -puesto que la abstención forma parte de la estadística de ese sistema- y sí puede implicar una estrategia tan válida como cualquier otra. Por ejemplo: ayer mantuve una discusión bien interesante y divertida -cosa que suele estar en contradicción- sobre este tema y aunque no pude decir todo lo que pensaba por la cascada de comentarios que se argüían, sí tengo la impresión de que si yo he concluido que el partido al que suelo votar, ha perdido su poder frente a otro (en este caso el poder económico) y se ha movido en los últimos años como una marioneta cuyos hilos ha movido este poder económico, una buena forma de hacérselo ver será no dándole de nuevo mi voto sino negándoselo hasta que vuelva a conquistar lo que, a mi parecer, ha perdido y le ha debilitado. ¡Cómo voy a entregar yo mi voto a un Poder que no es tal!
Quizás el librepensamiento -en su antigua acepción- tenga estas soledades en las que se cae al no tener siempre un pensamiento constante sobre nada y provocando, por lo tanto, cara a los demás, dudas y regaños.
Me pasa igual con Bob Dylan o con otros artistas muy queridos por mí: Julio Cortázar, William Shakespeare, Ramón María del Valle-Inclán, Miguel de Cervantes o Fernando Pessoa, en este caso escritores a los que admiro y cuya admiración parte más de su condición de saberlos hombres como cualquiera y que sin embargo han logrado hacer de cada ser humano un ser particular cuando los leen.

Ensayo

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/05/2011 a las 11:28 | Comentarios {1}


En aquel entonces no existía la aurora. El magma se movía con espesura de selva y por doquier borboteaba el azufre. No había planta. No había proceso de fotosíntesis. No había depredación ni guerra. Sometido al calor, el planeta era un caldo de un color entre rojo y amarillo. No había agua. Sí había hierro derretido. No existían células eucariotas. Una sola bacteria clonaba en sí y seguía en otra. El ruido era constante. Un ruido de metal líquido que fluctúa sobre las pendientes y se atasca ante las cuestas, que se remansa en los llanos y se hunde en las honduras. La atmósfera no ha terminado aún por concretarse. La música del Mundo tiene algo que más tarde (millones de años después) Olivier Messiaen (un ser complejo con características que en absoluto parecen predecibles en el momento del que hablamos) intentará recuperar y que se podría comparar con el sonido del capapuerco.
El azufre será el dador de vida.
La felicidad es completa.
El amor no existe aún entre bacterias. Amar será anhelo de fusionarse con otro (definición extraída del pensamiento de otro ser complejo llamado Eduard Punset -el cual, por cierto, la habrá deducido de otro- millones de años después del tiempo del que ahora hablamos).
En ese caldo ardiente.
Tras ese caldo ardiente.
Durante el enfriamiento.
No había ARN replicante.
Y siempre el sonido de las materias espesas disolviéndose, concentrándose, en cauces, atraídos por la débil energía de la gravedad, sin querer explorar más espacios.
Y también el sonido de los meteoritos que caían como lluvia sobre la masa espesa de un suelo sin sólido. Meteoritos en cuyo ser viajaban microbios.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/05/2011 a las 11:19 | Comentarios {0}


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