Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Al volver a sentir, escuchó una composición en escala menor; una composición donde el violonchelo y las violas entraron en su corazón y en su sangre y le permitieron arrebatarse por ese sentimiento siempre nuevo, siempre grácil.
Al volver a sentir, se distrajo en la noche de vuelta y se preguntó: ¿qué ha pasado? ¿cómo ha sido? ¿será otra vez?
Al volver a sentir, sonrió en el peaje a la barrera que se alzaba. Es la noche -se dijo- de un día nuevo. ¿Dónde he estado todo este tiempo? ¿Cuánto ha sido todo este tiempo? ¿Estoy despertando?, se preguntaba.
Al volver a sentir recordó unas palabras: No pienses. No pienses. Entonces era el violonchelo, la escala menor, el sentir propio de la música, el canto por lo bajo. Y dejó de pensar y cantó.


Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/11/2012 a las 17:46 | Comentarios {1}



Comentarios

1.Publicado por Estella el 15/11/2012 11:20
LO QUE NO ES SUEÑO

Déjame que te hable en esta hora
de dolor, con alegres
palabras. Ya se sabe
que el escorpión, la sanguijuela, el piojo,
curan a veces. Pero tú oye, déjame
decirte que, a pesar
de tanta vida deplorable, sí,
a pesar y aun ahora
que estamos en derrota, nunca en doma,
el dolor es la nube,
la alegría, el espacio;
el dolor es el huésped,
la alegría, la casa.
Que el dolor es la miel,
símbolo de la muerte, y la alegría
es agria, seca, nueva,
lo único que tiene
verdadero sentido.
Déjame que, con vieja
sabiduría, diga:
a pesar, a pesar
de todos los pesares
y aunque sea muy dolorosa, y aunque
sea a veces inmunda, siempre, siempre
la más honda verdad es la alegría.
La que de un río turbio
hace aguas limpias,
la que hace que te diga
estas palabras tan indignas ahora,
la que nos llega como
llega la noche y llega la mañana,
como llega a la orilla
la ola:
irremediablemente.

Claudio Rodríguez

Nuevo comentario:







Búsqueda

RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile