¿Te he dicho, amiga, que ayer, en el desierto descubrí el agua?
No creas que la duna se mostró inquieta
Era justo al atardecer y cantaba un coro de buitres una romanza
mientras revoloteaba alrededor de un cadáver
La lluvia se hacía esperar
los espejismos reflejaban un deseo
y quise, por mor del capricho, saber la etimología de la palabra atrofia
y supe leer Τροφόϛ 'alimenticio' que a su vez deriva de τρέφειν 'alimentar'
Luego atrofia en su idea primera, amiga, implica algo que no nutre, que no se desarrolla
y sin embargo no está muerta
quizá la atrofia en última instancia tan sólo suponga delgadez
En el desierto el agua, te decía
A veces ocurre que me sugiere el Sáhara un adagio en Tokio
y resulta entonces que uno -en una especie de magia científica- une las vidas de Churchill y Jung
Yo sé que a ti la noche no se te está haciendo larga
Si la hija llamara al padre tan sólo para hablar entonces todo estaría bien
No tendría por qué sentir que esa nube negra se acerca a velocidad excesiva
o que el coro de los buitres apenas desentona en la romanza
¡Cuántas noches ya no estarán tus brazos!
¡Cuánto desierto para tanta agua!
¡Cómo el senderuelo que sigue la liebre no atañe en absoluto al galápago!
Escucha, amiga, el piano que exclama el adagio en Tokio, siendo como es el pianista de Al-Aiun
Deja que los dedos y sus callos pulsen la cuerda del contrabajo mientras yo me deshago en una breve añoranza del humo de un cigarro
Volveré a ti
si los rayos descargan y veo a lo lejos el resplandor de una ola que se extravió en el mar
Déjame seguir, amiga, que apenas alcanzo a sentir porque supe que no sólo el área del vocablo se extendería hasta Istria sino que estaría abundantemente representado en tierras rumanas
También en Oltenia
También en Banato
Urnenfelder como si dijéramos
Querida mía si te dijera que a veces en el desierto llueve
sentiría ya en mí la leve salpicadura de una gota
exclamaría algún gritito feliz
subiría a un altozano y haría la mímica de un centinela que avisa de la llegada de los enemigos
Yo soy así, apenas me sostengo cuando ya me he levantado y luego caigo de nuevo cuando me yergo
Ya es el cuarto día del mes sexto
la noche de San Juan se acerca
No creas que la duna se mostró inquieta
Era justo al atardecer y cantaba un coro de buitres una romanza
mientras revoloteaba alrededor de un cadáver
La lluvia se hacía esperar
los espejismos reflejaban un deseo
y quise, por mor del capricho, saber la etimología de la palabra atrofia
y supe leer Τροφόϛ 'alimenticio' que a su vez deriva de τρέφειν 'alimentar'
Luego atrofia en su idea primera, amiga, implica algo que no nutre, que no se desarrolla
y sin embargo no está muerta
quizá la atrofia en última instancia tan sólo suponga delgadez
En el desierto el agua, te decía
A veces ocurre que me sugiere el Sáhara un adagio en Tokio
y resulta entonces que uno -en una especie de magia científica- une las vidas de Churchill y Jung
Yo sé que a ti la noche no se te está haciendo larga
Si la hija llamara al padre tan sólo para hablar entonces todo estaría bien
No tendría por qué sentir que esa nube negra se acerca a velocidad excesiva
o que el coro de los buitres apenas desentona en la romanza
¡Cuántas noches ya no estarán tus brazos!
¡Cuánto desierto para tanta agua!
¡Cómo el senderuelo que sigue la liebre no atañe en absoluto al galápago!
Escucha, amiga, el piano que exclama el adagio en Tokio, siendo como es el pianista de Al-Aiun
Deja que los dedos y sus callos pulsen la cuerda del contrabajo mientras yo me deshago en una breve añoranza del humo de un cigarro
Volveré a ti
si los rayos descargan y veo a lo lejos el resplandor de una ola que se extravió en el mar
Déjame seguir, amiga, que apenas alcanzo a sentir porque supe que no sólo el área del vocablo se extendería hasta Istria sino que estaría abundantemente representado en tierras rumanas
También en Oltenia
También en Banato
Urnenfelder como si dijéramos
Querida mía si te dijera que a veces en el desierto llueve
sentiría ya en mí la leve salpicadura de una gota
exclamaría algún gritito feliz
subiría a un altozano y haría la mímica de un centinela que avisa de la llegada de los enemigos
Yo soy así, apenas me sostengo cuando ya me he levantado y luego caigo de nuevo cuando me yergo
Ya es el cuarto día del mes sexto
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Ensayo
Tags : Atrofias Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/06/2018 a las 00:11 | {0}