Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Estoy en casa
las paredes son de colores vivos
entra el aire por las ventanas
hay una mujer sentada en la taza del retrete
como si fuera un instante de Edward Hopper
Estoy desvelando el sueño
cercano a la mañana
podría ser que la discusión que escucho provenga del callejón
Quiero seguir soñando
aunque cambie el decorado y me encuentre en lo alto
bajo un cielo cubierto de nubes grises
a mis pies la nieve
cerca una roca con musgo verde oscuro
Miro al norte
Siento en el intestino la sensación de que estoy a punto de descubrir algo
algo que no me será del todo grato
Por ejemplo: alargar la deuda es mantener el suplicio
Deber es pagar, pienso
La noche no llama al sueño
y vuelvo, al escuchar el sonido de las teclas, la cabeza hacia la ventana
a través de la cual se ve la oscuridad, un edificio y un par de coches
No quisiera revolverme nunca más
cuando descubro el breve tiempo que pasamos conscientes
Me hace temblar que nuestro horizonte sea una explosión
como el horizonte de los primeros marineros que atravesaron el mar tenebroso
era una línea curva que acababa en una formidable cascada
Somos fósforo, azufre, hidrógeno, helio, carbono... esos nombres
Fiat lux!
Escucho a una mujer sentada en la taza del retrete de una casa con paredes de vivos colores
-debe ser mi casa-
hablarle dulcemente al contestador de su marido
justo antes de montarse en el coche con otro hombre
con el que irá a cenar
y luego, entonces, regalo de la noche de Reyes
No puedo presumir
estoy atónito
ante las cifras que desfilan por mis ojos
No sudan mis manos
No tengo palpitaciones
ni trago con dificultad
atónito está emparentado con átono
apenas me queda pulso
por eso observo cómo la luz de la bombilla se transforma en calor
Estos últimos días
en la soledad de los campos de jara
El sol se hunde una vez más
y deja una estela de rosa que riela sobre las aguas del pantano
a la que miro cuando vuelvo a casa
a la que quisiera abrazar
ser ella
o aún menos: uno de los cuatrocientos fotones que hay en cada centímetro cúbico del universo conocido
partícula
no onda
El frío entonces me devuelve a esta noche de enero
en el planeta tierra
que forma parte de un sistema solar que se encuentra en el extremo de uno de los brazos exteriores de una galaxia llamada
Vía Láctea
un planeta con una vida datada
-según métodos de la moderna mitología llamada científica-
de cuatro mil quinientos sesenta millones de años
y que inició sus pasos unos once mil millones de años después de la gran explosión
El tiempo entonces
La mujer en el baño
El joven sobre el puente hace siete años
que se acabó tirando y murió aplastado
contra las rocas
siete segundos después del impacto
Un planeta tierra sin vida orgánica durante casi cuatro mil millones de sus años
sopa, calor, espesura, erupciones, maremotos, terremotos
descargas eléctricas una cuasi tormenta continua
Los edificios, las aceras, los trajes
este medio extraño, inmaterial
la noche que avanza
llena de agujeros
una mujer atraviesa un parque en Bangladesh
una mujer toma una ginebra en Amsterdam
una mujer se acomoda la almohada al cuello
una mujer sentada en la taza del retrete de un cuarto de baño
de lo que parece ser mi casa
con paredes pintadas de vivos colores
erigida sobre un planeta que se ha ido enfriando
en un universo cuya temperatura media no llega a los tres grados absolutos
Recuerda el número del año
Ahora sabe por qué el cielo es negro
Es sólo un instante se dice
Este dolerse y reírse dura tanto como el espacio que ocupa un fotón
en un centímetro cúbico de universo
Melancolía del rojo 

Ensayo

Tags : Atrofias Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/01/2019 a las 00:02 | Comentarios {2}








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