Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Hay una máxima ignaciana, los jesuitas son muy de máximas, algunas excelentes, que dice, En tiempos de desolación no hacer mudanza. Este pensamiento está muy bien y lleno de sentido común (ya que estamos metidos en harina, digamos que el menos común de los sentidos) sólo que choca con un imponderable: ¿Y si -aunque los tiempos sean de desolación- hay que hacer mudanza? ¡Ahí te quiero ver San Ignacio! Esos brazos aguerridos, esas escaleras bajándolas cargado, esa espalda, Ignacio, esa espalda.

Hoy he comenzado mi mudanza y no estoy en tiempos de desolación, más bien estoy en un tiempo tormentoso, de finales de verano en Levante.

El problema no es la desolación sino la mudanza, es la mudanza en sí lo que desuela y desuela no tanto por el cambio sino por el peso, por el esfuerzo físico, lo cual me lleva a pensar que quizá San Ignacio hizo una vez una mudanza en Alcalá de Henares o cuando abandonó La Sorbonne y se quedó tan desolado que decidió no hacer más mudanzas.

También es cierto que mientras estoy metiendo los libros en sus cajas miro las paredes que fueron mi casa (no mi casa, jamás lo fue, más bien la casa que me albergaba) y siento al mismo tiempo cierta nostalgia y una gran liberación. Hubiera deseado haber hecho la mudanza de un sola vez. No ha podido ser.

Diario

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/09/2009 a las 20:53 | Comentarios {0}


Traducción de Poema al francés y versión de Caroline Lahougue


Je sais écrire à l'encre verte
Et m'arrêter devant ton corps
Pour contempler la fin de l'été.
Je suis venu pour rester
Et je frôle ta taille
tandis que sur nous vagabondent
Les pales d'un ventilateur.
Je me suis promené sous un soleil torride
A la recherche d'une résidence
où nous rafraîchir un peu
Et prendre conscience.
J'ai acquis dans ta bouche ouverte
Des habitudes lentes.

Poesía

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/09/2009 a las 20:41 | Comentarios {0}


Sé escribir en tinta verde
y detenerme en tu cuerpo
a contemplar el verano
He venido para quedarme en tu cintura
mientras sobre nosotros las aspas
de un ventilador vaguean
Hemos paseado bajo un tórrido sol
en busca de una residencia
donde refrescarnos algo
y tomar conciencia
He adquirido el hábito lento en tu boca lenta

Poesía

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 31/08/2009 a las 18:54 | Comentarios {0}


Joseph Adison parece un tipo curioso. Quizá se encontrara con Samuel Johnson por las calles de Londres cuando éste era aún un niño. Aunque ninguna referencia a este posible encuentro haya sido contada por Boswell en su Vida de Samuel Johnson.

Franck Guyon en su presentación del personaje lo muestra como un hombre de su siglo, enciclopédico, sagaz, casi pre-revolucionario: brillante estudiante en Oxford, viajero, poeta, autor teatral, hombre de Estado y creador o precursor de la crónica periodística actual aunque a este respecto hay algunos que otorgan semejante honor justamente a James Boswell. No entremos en controversias porque la razón, por lo menos en cuanto a cronología se refiere, cae del lado de Adison el cual junto con Richard Steele fundó en 1711 el periódico The Spectator mientras que Boswell publicó sus reportajes en la segunda mitad del mismo siglo.

Ces autres regards es el ensayo previo a la lectura de dos artículos de Adison. Franck Guyon con un texto ágil, interesantísimo, nos lleva por unos lugares que abren el apetito para leer a Adison en sus dos artículos sobre la disección: Précieux dont le crâne est disséqué y Coquette dont le coeur est anatomisé.

La traducción al castellano del término precieux no es fácil o se podría decir es delicada. Precieux, según Franck (el texto que se muestra es traducción del original inglés cuyo término a traducir al francés es beau) , ha de tomarse en el sentido moral de aquellas damas del siglo XVII que adoptaron una actitud novedosa y refinada con respecto a los sentimientos y con un lenguaje refinado (según definición del Petit Robert). A ellas dedica Moliére unas de sus obras, Les Précieuses ridicules. Bien, la traducción de precieux podría ser: Amanerado, afectado o (a Franck le parece sibilina y a mí, en castellano, me resulta graciosa) petimetre (en francés petit-maître). Por la parte alta de la estima se podría traducir precieux por el término inglés dandi pero entonces ¿por qué no poner el original inglés beau? Lo hermoso, en todo caso, es que el título en castellano puede ir, según mis escasos conocimientos, desde Petimetre cuyo cráneo está disecado hasta Dandi cuyo cráneo está disecado. Escribo dandi porque me parece la palabra más reconocible. En el diccionario de Julio Casares bajo el término Afectación aparece esta preciosa lista de adjetivos: Petimetre. Pisaverde. Lechuguino. Figurín. Virote. Gomoso. Paquete. Dandi. Niño gótico. Roto. Fifiriche. Caballerete. Currutaco. Dije.

El segundo título parece más sencillo de traducir, Coqueta cuyo corazón es diseccionado.. Estos títulos me recuerdan a los colores que escribí en Sensaciones los cuales no puedo ni siquiera describir porque nunca los vi. Son títulos (o nombres de colores) cuyo subtexto o cuya interpretación sugieren ya el ánimo a su lectura. Son títulos inteligentes.

Dos de las laminas del libro me parecen magníficas Wildes Herz de Birgit Dieker y una foto-fija de la película muda, en blanco y negro, K, de Jayne Parker.
Anatómica de Clemente Susini
Anatómica de Clemente Susini

Narrativa

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/08/2009 a las 11:41 | Comentarios {0}


La voz y las imágenes de una disección.

También una sórdida historia que sale en las televisiones, insistente, en su sordidez. Ahora, en España, hay unos delincuentes a los que se les llama monstruos. No sé, no sé por qué ésos precisamente, debe de ser quizá por la mezcla entre lo largo de crimen y una cuestión sexual. Sí, salen mucho.

Hoy he escrito poco, lo he intentado en varias ocasiones, he tenido la intención. No, no me arrepiento. Me viene a la cabeza. Luego se olvida como tantas cosas.

He tenido ganas de utilizar mi pasaporte. Salir de la ciudad. Salir del país. Ir a Caen. Mirar la lluvia.

Ahora es de madrugada. Muy cerca aún de la medianoche y escucho a Jane Monhei, es la primera vez que la escucho en toda mi vida.

Así, dando rodeos, se divaga mejor.

Hace un rato me ha dado un golpe de calor, quizás esto haya sido emocionante.

La voz. La voz.

Navegaba. La mar estaba en la calma. No echaba de menos nada. Sabía que al día siguiente se entregaría. Pagaría su crimen. Sí, estaba dispuesta. Se sentó en la butaca de mimbre y se sirvió un trago de vino, blanco ambarino, muy frío. El cadáver de su marido estaba tendido en el suelo; se le había quedado en la comisura de los labios una mueca antipática y su mano había adquirido una postura antinatural. La vela, fuera, a fuerza de viento, hacía avanzar el barco; la quilla abría el agua y el agua chocaba, mansamente, contra el casco. Se entregaría, sí, eso pensaba hacer, ¿qué si no? ¿huir? ¿deshacerse del cadáver? ¿inventar una historia sencilla? ¿un golpe de mar? Siempre, se dijo, quedará una mancha de sangre. Y un poco más tarde ¿cuántos crímenes no son descubiertos?

Hay películas que veo varias veces. No son buenas. Pero las veo. Más tarde pienso la pérdida de tiempo. Tan sólo un momento. Solo. En la habitación, con un aire que corre por mis piernas. Ahora me haré un peta y seguiré escribiendo. Así es la noche cuando se escribe y acompaña Duke Ellington al piano. En el salón Pedro ve una película sobre la batalla de Waterloo, comerciantes y familias nobles inglesas. Me resulta anacrónico que la Revolución Francesa deviniera en Napoleón. Siempre he sentido que hubo en ese momento un salto espacio-temporal que ningún historiador ha sido capaz de captar. Quizá necesitara consultar a un físico teórico ¿Podría ser?

Hay días en que me gusta la buhardilla tan elegante en la que vivo, tan amplia y tan angosta al mismo tiempo, tan grande y tan vieja.

Me voy a la cama. Voy a leer L'art de la disection editado por la editorial Marguerite Waknine en su colección écrits sur l'art

Bueno, aún no, me gusta este tema que interpreta Jimmy Smith, tiene swing.

Diario

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/08/2009 a las 01:23 | Comentarios {0}


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