La magia está en la paz, en la contemplación exenta de juicio, en la negativa a evaluar, a sopesar, a sentenciar. La magia está en sentirse acorde con una postura exenta de violencia, puro amor a las coordenadas que nos toca vivir, pura sensibilidad ante los acontecimientos, no acercarse a ellos desde el análisis sino desde el actuar, actuar sin analizar; la magia está en confiar ciegamente (abramánicamente) en la causalidad sin valor. Si calificamos restringimos porque al calificar oponemos los antónimos, por decirlo de alguna manera los fusilamos; la magia es aceptación.
Hoy está siendo un día de una gran creatividad. Llevo desde las nueve de la mañana escribiendo, leyendo, escuchando música, viendo imágenes, soñando, conversando, en silencio conmigo. Busco la magia de aceptar sin reservas lo que venga. La magia es el presente. Hoy, unido a él, he tenido un presente valioso, único. Me he dejado llevar y lo he llevado. Él caballo tordo. Yo caballero en camisa de amplias mangas y cuello abierto. Él hollando senderos pequeños junto a riveras de arroyuelos. Yo esquivando una rama de arce. Oliendo el aire. Disfrutando el vuelo de un ave.
El Alma del Mundo ¡claro que existe! Yo siento las presencias que se mueven en el campo difuso del espíritu; siento los pasos del duende que sale cuando la oscuridad nos permite permitirnos. Y le dejo corretear sin alumbrar nada como él me permite pensar que mis dedos se mueven por impulsos que tan sólo nacen en mí ¡Y qué decir de los bosques! ¡Y qué decir de los mares!
La noche ha llegado. Los seres cambian. Una luz se apaga en lo alto del campanario. Vuela un alma hacia su fin. Llega otra renovada.
Hoy está siendo un día de una gran creatividad. Llevo desde las nueve de la mañana escribiendo, leyendo, escuchando música, viendo imágenes, soñando, conversando, en silencio conmigo. Busco la magia de aceptar sin reservas lo que venga. La magia es el presente. Hoy, unido a él, he tenido un presente valioso, único. Me he dejado llevar y lo he llevado. Él caballo tordo. Yo caballero en camisa de amplias mangas y cuello abierto. Él hollando senderos pequeños junto a riveras de arroyuelos. Yo esquivando una rama de arce. Oliendo el aire. Disfrutando el vuelo de un ave.
El Alma del Mundo ¡claro que existe! Yo siento las presencias que se mueven en el campo difuso del espíritu; siento los pasos del duende que sale cuando la oscuridad nos permite permitirnos. Y le dejo corretear sin alumbrar nada como él me permite pensar que mis dedos se mueven por impulsos que tan sólo nacen en mí ¡Y qué decir de los bosques! ¡Y qué decir de los mares!
La noche ha llegado. Los seres cambian. Una luz se apaga en lo alto del campanario. Vuela un alma hacia su fin. Llega otra renovada.
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
¿De Isaac Alexander?
Meditación sobre las formas de interpretar
Libro de las soledades
Colección
Apuntes
Cuentecillos
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Recuerdos
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Reflexiones para antes de morir
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
El mes de noviembre
Listas
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Agosto 2013
Saturnales
Citas del mes de mayo
Reflexiones
Marea
Mosquita muerta
Sincerada
Sinonimias
Sobre la verdad
El Brillante
El viaje
No fabularé
El espejo
Desenlace
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Asturias
Sobre la música
Biopolítica
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Ciclos
Tríptico de los fantasmas
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Narrativa
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 08/05/2010 a las 22:33 | {0}