Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Escrito por Violeta García-Loygorri Tinajas.
Edad: 10 años


La Reina Guirnalda con su corona de Golosinas dibujada por Violeta
La Reina Guirnalda con su corona de Golosinas dibujada por Violeta

Érase una vez un lugar donde sólo se comían golosinas. Este lugar se encontraba al norte de Francia pero se hablaba español. El lugar se llamaba Golosolandia.
Un día todos los niños de Golosolandia se pusieron enfermos, todos los padres de Golosolandia se pusieron enfermos y todos los ancianos de Golosolandia estaban más frescos que el agua. Era un virus muy extraño porque los ancianos y los que no tenían hijos no se contagiaban, en cambio los demás sí.
Alrededor de Golosolandia había unos pueblos como Enfermoslandia donde todo el mundo estaba enfermo; Listolandia donde todo el mundo era muy listo o Pelucaslandia donde todo el mundo llevaba una peluca. Ya te habrás dado cuenta de que no tienen nada en común, bueno, sólo una cosa: en todos esos pueblos hay médicos y como los habitantes de los pueblos eran muy amigos, los médicos de estos pueblos se acercaron a ver tal virus. Ninguno supo arreglarlo y buscaron otros médicos en Francia, cosa que no les sirvió de mucho. Así se recorrieron medio mundo, buscando médicos, hasta que no tuvieron más remedio que ir a Tenebrosolandia. Allí no existía el color por lo que cuando entraron hubo una gran admiración. Preguntaron por el hospital y les dijeron que allí no había y que si necesitaban medicinas que fuesen a la cueva de Sarpios. Sarpios era el brujo más malo de todos los malos aunque él decía que no. Les dio un bote de Axpiritolucacina con un papel en el que ponía esto: Si al tomar esto estornudáis, con vuestra vida acabáis. Firmado: Sarpio
Todos estaban muertos de miedo y dudaron mucho si cogerlo pero lo aceptaron porque no había otro remedio. Salieron pitando y llegaron a Golosolandia, comieron y se tomaron eso procurando no estornudar. Al cabo de un minuto a todos les empezó a picar la nariz. "¡Achchchciiiiis!" dijo uno. ¡Achchchchchiiiiissssss!", dijo otro y así durante cinco horas seguidas. Parecía que cantaban una canción: Achis, Achus, Achos, Achiro, Achero, Chon.
Esa noche todos dormían intranquilos por aquella misteriosa advertencia. Al día siguiente todos se despertaron normal pero verdes y muy bajitos. Al acostarse estaban un poco incómodos en la cama, pero, si supiesen la sorpresa del día siguiente ¡¡¡¡ERAN SAPOS Y RANAS!!!! Todo el pueblo se había convertido en asquerosas ranas. TODO EL PUEBLO. La reina superenfurecida le mandó esta carta a Sarpios: Si tú nos has hecho esto, yo algo peor te podré hacer. Fdo: Guirnalda, Reina de Golosolandia.
Y así se alzaron en armas (de golosinas, claro) contra ellos. Y ganaron y ya vuelven a ser ellos mismos.

FIN

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Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 17/04/2009 a las 10:41 | Comentarios {0}








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