Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Ahora mismo y no en un sólo lugar sino en varios, hombres y mujeres están vendiendo sus riñones (luego llegará un fotógrafo y fotografiará esos costados cubiertos por gasas y esparadrapos).
Ahora mismo está amaneciendo y en el verano llega la brisa fresca de lo que empieza a ocurrir.
También ahora los altos directivos de las altas empresas suben sus sueldos aunque sus empresas caigan. Uno de ellos, gracias al aumento, ya puede comprarse el riñón que necesita para su hijo y lo encarga, por supuesto, para eso están tambien las primas.
Ahora Europa es el punteo de una guitarra tocada por un mexicano residente en los Estados Unidos.
Al norte, muy al norte, tan al norte, se llora a los muertos de la matanza y un hombre exhibe orgulloso su cara de demonio (porque los hombres se dividen en semidioses y demonios. Eso se sabe desde que Krishna se engendró en Devaki).
Ahora mismo el temblor, la soledad, el prejuicio, la ira, la venganza y el recelo se adueñan de las sociedades. El Tea Party (qué forma tan cursi de nombrar a una sociedad de fascistas) se regodea en sus ganancias y un gran reformador de las conciencias se ha convertido en una reforma de sí mismo.
Ese riñón ya ha sido extirpado, esta vez en Kandahar. La familia del señor Prhradhsa podrá vivir, miserablemente, un tiempo más. La miseria, no es juego de palabras, le ha costado un riñón al buen señor.
Es cierto que la abeja, ahora mismo, está realizando su función.
También que ese cigarrillo causa, en ese ser preciso y consciente, bien y provoca sonrisa.
Ahora mismo, las fuerzas del Partido Popular español, en la región sudoeste, han ordenado la retirada de una fotografía donde un actor se cubre su sexo con una imagen religiosa. ¡Ay, fariseos! ¡Hipócritas con moral de burgués rijoso!
También ahora debemos confiar y dejar que algunas madres acunen a sus hijos, que algunos padres jueguen con sus hijos, que algunos hijos ya mayores se ocupen de sus padres, que algunas primas se encuentren con sus primos y que la resaca de la juerga en la playa de la noche anterior, se haya resuelto con un abrazo a la orilla del amar.
En este instante se están extrayendo riñones para implantarlos en los costados de quien se los pueden costear.
¡Tráfico de órganos!
Hace nada, treinta segundos, aquel muchacho y aquella muchacha se acaban de dar la mano. ¡Mirad sus corazones! No hace falta siquiera ver sus torsos desnudos. Sus palpitaciones se marcan en sus camisetas.
Y también, justo ahora, se funden en un abrazo quienes hasta ahora sólo se mostraban las espaldas. ¡Bendita fuerza del perdón!
Ahora mismo ha muerto sobre la mesa de operaciones la mujer que había vendido su riñón izquierdo. En el contrato había firmado que su muerte no supondría ninguna responsabilidad para el equipo médico. El riñón, además, no era útil. Su hija mayor, de siete años, deberá hacerse cargo de sus cinco hermanos cuando alguien le haga llegar la noticia de lo que pasó con su madre.
Sí, también: ha nacido, ha llorado, se encuentra acogida en el regazo de la abuela.
Sí, también: El bosque acoge la vida sin ser visto.
Y también: la ardora brillará en agosto en una costa gallega.
Y también: recita el rapsoda sus rapsodias.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 31/07/2011 a las 10:45 | Comentarios {0}








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