 
				 
						 Es la llanura. El prodigio consiste en poder verla, en velar las armas cuando la noche se ha hecho grande y la luna se ha ocultado en su afán (¿misterioso?).
					 
Nadie cerca la llanura. La bóveda del cielo, fuertemente apretada, se resquebraja en estrellas que dejan vislumbrar el fuego que rodea al Mundo.
Estoy solo. Y tengo temor de los dioses.
El augur predijo mi victoria pero yo no soy el augur ni él se encuentra aquí.
¿Soy romano? me pregunto y la llama de la hoguera se eleva un poco hacia una noche crucial y espesa.
Sé que a lo lejos los enemigos han decidido descansar. Me han dicho que son seres altos, de largas cabelleras y grebas de hierro; me han dicho que no tienen piedad; me han dicho que lanzan unos alaridos formidables y sostienen la maza en alto mucho tiempo antes de descargarla sobre la cabeza; me han dicho que ríen y se emborrachan; me han dicho que son estultos.
Es la llanura. Sé que no saldré de aquí. Sé que amo más el mar y las montañas; sé que la nieve guarda para mí un regusto de piel.
No hay aceites. No hay árboles. El bosque queda lejos. Sé que me observan y se divierten. Sé que estudian mi lanza, mi escudo y mi yelmo. Sé que encuentran los resquicios y la debilidad de mi talón. Sé que hay un poeta en la ciudad dispuesto ya a escribir mi Elogio. Sé que no seré incinerado sobre una pira de ramas de saúco. No veré más los estandartes.
Fija mi vista sobre las brasas, me visita la dulzura de mi madre y sus caricias. Creo escuchar su voz en un lamento del viento y su consejo, Lucha hasta el final y muere como un hombre.
¿Por qué he de morir? ¿A dónde iré? ¿Serán verdad la jungla y sus leones? ¿Masticaré por mi proeza la ambrosía? ¿Seré rodeado por el aplauso de mis antepasados?
Arde mi cabeza cuando la cintura de mi amada judía se mueve al son de una danza. Acabamos de celebrar los esponsales y en la tienda ha sido dispuesto un tálamo con dosel. Nos amaremos hasta que la luz vuelva y agotados y abrazados nos quedemos dormidos y soñemos el uno con el otro en una selva frigia.
Muere la hoguera. Nace el día. Mi destino me espera.
				 Nadie cerca la llanura. La bóveda del cielo, fuertemente apretada, se resquebraja en estrellas que dejan vislumbrar el fuego que rodea al Mundo.
Estoy solo. Y tengo temor de los dioses.
El augur predijo mi victoria pero yo no soy el augur ni él se encuentra aquí.
¿Soy romano? me pregunto y la llama de la hoguera se eleva un poco hacia una noche crucial y espesa.
Sé que a lo lejos los enemigos han decidido descansar. Me han dicho que son seres altos, de largas cabelleras y grebas de hierro; me han dicho que no tienen piedad; me han dicho que lanzan unos alaridos formidables y sostienen la maza en alto mucho tiempo antes de descargarla sobre la cabeza; me han dicho que ríen y se emborrachan; me han dicho que son estultos.
Es la llanura. Sé que no saldré de aquí. Sé que amo más el mar y las montañas; sé que la nieve guarda para mí un regusto de piel.
No hay aceites. No hay árboles. El bosque queda lejos. Sé que me observan y se divierten. Sé que estudian mi lanza, mi escudo y mi yelmo. Sé que encuentran los resquicios y la debilidad de mi talón. Sé que hay un poeta en la ciudad dispuesto ya a escribir mi Elogio. Sé que no seré incinerado sobre una pira de ramas de saúco. No veré más los estandartes.
Fija mi vista sobre las brasas, me visita la dulzura de mi madre y sus caricias. Creo escuchar su voz en un lamento del viento y su consejo, Lucha hasta el final y muere como un hombre.
¿Por qué he de morir? ¿A dónde iré? ¿Serán verdad la jungla y sus leones? ¿Masticaré por mi proeza la ambrosía? ¿Seré rodeado por el aplauso de mis antepasados?
Arde mi cabeza cuando la cintura de mi amada judía se mueve al son de una danza. Acabamos de celebrar los esponsales y en la tienda ha sido dispuesto un tálamo con dosel. Nos amaremos hasta que la luz vuelva y agotados y abrazados nos quedemos dormidos y soñemos el uno con el otro en una selva frigia.
Muere la hoguera. Nace el día. Mi destino me espera.
		 Ventanas
	 
		 Seriales
	 
			 Archivo 2009
			 Escritos de Isaac Alexander
			 Cuentecillos
			 Fantasmagorías
			 Meditación sobre las formas de interpretar
			 ¿De Isaac Alexander?
			 Libro de las soledades
			 Colección
			 Apuntes
			 Archivo 2008
			 La Solución
			 Reflexiones para antes de morir
			 Aforismos
			 Haiku
			 Recuerdos
			 Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
			 Sobre las creencias
			 Olmo Dos Mil Veintidós
			 Listas
			 El mes de noviembre
			 Jardines en el bolsillo
			 Olmo Z. ¿2024?
			 Saturnales
			 Agosto 2013
			 Citas del mes de mayo
			 Marea
			 Reflexiones
			 Sincerada
			 Mosquita muerta
			 El viaje
			 Sobre la verdad
			 Sinonimias
			 El Brillante
			 No fabularé
			 Perdido en la mudanza (lost in translation?)
			 Desenlace
			 El espejo
			 Velocidad de escape
			 Sobre la música
			 Biopolítica
			 Asturias
			 Lecturas en alta voz
			 La mujer de las areolas doradas
			 La Clerc
			 Derivas
			 Carta a una desconocida
			 Las manos
			 Ensayo sobre La Conspiración
			 Tasador de bibliotecas
			 Introspección
		 
	 
		 Archives
	 
		 Últimas Entradas
	 
		 Enlaces
	 
		 © 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
	 
	  
 
				 




Miscelánea
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/03/2011 a las 13:09 |