Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Que
Humo de barco en el mar de Thomas Moran (1907)
Humo de barco en el mar de Thomas Moran (1907)
Que la violencia de Estado hunde sus raíces en la manipulación de pensamientos, palabras y obras; que la bajada a los infiernos se producirá probablemente un mes de abril; que siento en algunos amaneceres la insólita sensación de volver a morir al despertar; que quisiera reproducir la hoja del árbol en la hoja de papel; que la tarde estuvo bonita; que el pesimismo no es una intención y el optimismo sí; que vuelvo una y otra vez a una roca; que la sed se combate; que en alguna aldea la idea de la vuelta se establece mediante una quimera; que son hermosas, profundamente, las ideas de los hombres; que el mito y sus símbolos son los anhelos de permanecer dormidos y alimentados; que lloverá de nuevo y habrá inundaciones; que los no abrazados pasan más tiempo bajo el chorro de agua caliente de la ducha; que lo único que se puede demostrar de una ley científica es su falsedad; que toda teorización de una emoción es una representación del mundo, tan sólo una representación, nada por lo tanto absoluto; que el Siglo XX en su anhelo de Yo se olvidó de la Especie (siendo ésta el motor de todo Yo); que probablemente sea cierto que la actitud otorga un tanto por cierto de éxito; que me he sentido incapaz de asistir a un evento por el temor a los conocidos de entonces y he imaginado un instante en el vestíbulo del teatro solo y rodeado de aquellos con los que un día compartí la vida; que me estoy volviendo un cobarde; que me entristece que una mujer piense que tengo el ego subido porque ésa sería -siempre y cuando tuviera razón- la clara demostración de que sigo siendo un imbécil; que la aliteración es una figura retórica que emparenta con la brisa y el tul; que me impresiona la idea de un hombre en la noche a punto de hundirse en la desesperación; que nada importa; que todo pasa; que el tiempo es relativo; que el espacio se estrecha; que sería interesante poder escapar de lo fenoménico y desde ese otro lugar contemplar lo que sucede; que la heridas acaban supurando si no cicatrizan; que si cicatrizan la piel que las cubrirá será siempre delicada; que ya termina el más cruel de los meses; que la tarde avanza entre la luz de primavera y el ánimo de antaño y que esta noche, al fin, abriré la ventana.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/04/2014 a las 17:18 | Comentarios {0}








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