Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.


Roland Topor
Roland Topor

161.- He venido caminando. La tormenta se acercaba por detrás. No pude dejar de afirmar mi derecho a mis palabras.

162.- La desaparición de un ser al que amas no debería ser causa de desesperación.

163.- Negarse a la censura es un acto de presente (único tiempo donde se da la vida).

164.- ¿Cuánto permanece un corazón inquieto tras haber tomado la decisión?

165.- Me diría, si no estuviera de espaldas, tantas cosas. ¿Aún miro las sombras? ¿De verdad hay algo más allá del muro? ¿Estoy de espaldas?

166.- ¡Que turbación en esta tarde de junio cuando tras los cristales se mecen ansiosas las hojas y a lo lejos se anuncia la verdad de un dogma!

167.- Queda ya tan poco. Es todo tan corto.

168.- Que no hay desafío sino presente.

169.- Bala una oveja justo cuando me siento cordero. ¡Ve, que las palabras no tienen miedo! ¡Ve, sólo queda el último trecho! ¡Ve, la marisma esta ahíta y los patos sobrevuelan sus aguas con aires nuevos! ¡Ve, y déjate mirar por el espejo! ¡Ve! ¡Ve! ¡Ve!

170.- La noche se agitó tanto que de debajo de la cama salieron millones de murciélagos cantando un aleluya que no compuso Händel.

171.- No moriré por reivindicar el término. Sí me quedaré huérfano.

172.- El Tártaro me espera. Antes de descender, iré hasta el mar y visitaré a Proteo para pedirle si tuviera a bien regalarme un disfraz de bueno.
 

Ensayo

Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/06/2025 a las 17:53 | Comentarios {0}








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