Tres tiempos para una presentación

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 10/12/2015 a las 19:50

Crónica escrita por la aparición (fantasma) de Isaac Alexander de la presentación del libro Gen escrito por Fernando Loygorri y que tuvo lugar en Función Lenguaje en la calle Doctor Fourquet 18 de la ciudad de Madrid el día 9 de diciembre del año 2015


Tiene la creación un ámbito al que el realismo no alcanza. El realismo carece de fantasía (en su sentido etimológico, es decir: ámbito de las apariciones). Así no resultaría realista decir que ayer estuve en la presentación del libro de poesía Gen de mi querido amigo Fernando Loygorri y sin embargo estuve. ¡Ah, qué bien le sienta a los humanos sentirse queridos! Porque fuera como fuere la presentación -y estuvo muy bien- se le veía a Fernando contento entre su gente y sobre todo contento porque a la presentación de su primer libro publicado de poesía acudieron personas de tres tiempos de su vida y eso le hizo reconciliarse consigo mismo, él que tan escaso anda en ocasiones de amarse.
Yo me coloqué justo detrás de Liana que es una mujer que me guarda un gran cariño y que sé que se ha reído en ocasiones con los textos que he publicado en este blog y también sé que cuando morí sintió ella una pena honda, la pena del amigo que ve irse al amigo para siempre. Ella además pertenece -dentro de los tres tiempos de Loygorri- al último de ellos y esa condición le confiere -claro- una mayor cercanía conmigo. A su lado estaban sentados Raúl y Amalia que también pertenecen a este último tiempo de su vida y que son para él -y así los acojo yo- esa continuidad de la amistad, ese regato por donde la vida fluye y se comunica y nace de nuevo y se hace, por su propia fluidez, inagotable.
Conocí entonces al grueso del segundo tiempo de Loygorri, aquel que corre desde la juventud hasta la madurez y allí estaban Mónica, Lola, Pilar, María, César, Luis, Álvaro, Fernando y Carlos. Me fijé entonces en Loygorri y vi en sus ojos un auténtico agradecimiento y el descubrimiento de que la amistad, a veces, no es una cuestión de tiempo sino un destino común que mantiene unido hasta la muerte y más allá de ella (véase mi caso). La amistad es un vínculo que cuando se ha forjado, cuando verdaderamente se ha forjado, cuando existió un tiempo en que ese sentimiento renacía cada día, algo descomunal, mucho más que una hecatombe ha de ocurrir para que se deshaga y no surja cuando tiene que surgir.
Y vi también el primer tiempo de Loygorri en la figura de una mujer menuda con una sonrisa de una sinceridad deslumbrante, Sina, una mujer /muchacha de cuando Loygorri acababa de dejar de ser niño y ella también. Tiempos de Instituto. Años 70 del pasado siglo. Manos cogidas en el parque. Primeros besos. Primeros anhelos. Para siempre.
Y junto a su pasado también se sintió feliz Loygorri porque le acompañaban compañeros de trabajos literarios y allí estaban Ignacio, Ángel, Juanjo, Pilar, Esperanza, Francisco, Verónica y Javier. Poetas y compañeros de la radio.
Tan sólo faltó en su presentación el tiempo de la infancia y debe estar bien que así sea.
Escuché antes de irme comentarios de los que habían acudido y en general todos alabaron lo ajustado de la presentación, lo poco recargado y yo me fui a mi última morada cuando, tras haber celebrado el encuentro en un bar de la vieja calle Argumosa, Liana y Fernando -tras despedirse de los amigos del segundo tiempo- se encaminaron por la calle Doctor Fourquet hacia el coche de él que como viejo caballero dejó a la dama a la puerta de la casa que habita.
Quisiera terminar esta leve crónica de lo ocurrido en la presentación de Gen (y no podía ser más que leve pues fantasma es quien la escribe) con unos versos contenidos en él: ¡Inflamada Nube, tu boca sobre la plaza atrae a la serpiente; tu eje, amarillo, navega sobre el agua; el amor, lo que pertenece a todos los hombres, se continúa en tu infinita debilidad!
Ensayo Tags : ¿De Isaac Alexander? | Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 10/12/2015 a las 19:50 | {2}