El Brillante 8

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/10/2011 a las 10:49

Capítulo 8. Epílogo. Constance37


No dormí. Fui directamente al estudio. Pude aguantar gracias a la papela que se había dejado Olmo. A las siete había terminado el trabajo. A las ocho y media había quedado con Constance37 en El Brillante. Me quedaba la última raya. Me la metí. Era principios de octubre. La terraza del bar aún estaba puesta. El sol doraba los castaños de la plaza. Llegué a las nueve menos veinte. Me senté. Delante de mí, a tres mesas, junto a la calzada había una mujer sola, de espaldas a mí, tenía el cabello largo, negro y ondulado y el sol lo bañaba. Cogí el móvil. Marqué el número de Constance37. La mujer que estaba delante de mí lo cogió.
- ¿Constance?
- Hola. Ya estoy aquí.
- Yo también. Estoy detrás de ti, justo debajo del rótulo del Brillante.
La mujer morena se levanta y se gira. Seguimos hablando por teléfono mientras se acerca.
- ¿De verdad te llamas Constance?
- Sí, ¿y tú cómo te llamas?
- Mi nombre es Olmo, le miento.
Constance llega hasta mi mesa. Sería bellísima si no fuera por la cicatriz que le cruza la cara desde la sien derecha hasta la comisura izquierda de la boca atravesando en diagonal todo su rostro. Llega hasta mí. La miro. Seguimos hablando por el móvil frente a frente.
- Si no te gusta me voy.
- Al contrario, me encantan las mujeres marcadas.
Colgamos el teléfono.
Constance se sienta. Empieza el ocaso.
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