Conversación

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/07/2009 a las 11:43

Mientras escucho el concierto en la Sala Olimpia de Paco Ibañez del año 1969, un clásico de la lucha contra el franquismo, contra las dictaduras, contra todo tirano, he recordado una conversación que mantuvimos un grupo de amigos la noche del viernes.

Este disco de Paco Ibañez me emociona siempre, por su guitarra es, por su voz rota también, pero sobre todo por las letras de las canciones, por los poemas que musica, por la entrega del público, un público que venía del mayo del 68.

La conversación del viernes acabó derivando en el pueblo judío. Escuché, de nuevo, el vetusto antijudaísmo universal. Lo judío como categoría. Y el argumento infalible: Si todos los pueblos han perseguido a los judíos, por algo será.

Tengo un amigo que cuando en una conversación se dice algo que no merece la pena ni rebatir, alza la mano, se queda callado y deja de hablar. Quizá yo debiera haber hecho lo mismo. Por supuesto que quienes defendían esta idea a renglón seguido afirmaban que ellos se oponían a toda violencia indiscriminada. Esa afirmación, sin embargo, está en oposición con la idea primera y, si es cierta, la niega.

La persecución engendra castigo. El castigo a los hijos también. Cuando se persigue a un pueblo, todo el pueblo es castigado. El castigo a un pueblo es el asesinato de ese pueblo.

No me importa qué hicieron los judíos. Qué hacen los judíos. Qué harán los judíos. Porque los judíos no existen. Porque no existen los cristianos. Porque no existen los budistas. O tan sólo existen cuando el hombre se hace masa. La masa todo lo difumina.

Un judío encarnado en una muchacha tumbada en la arena es más una muchacha tumbada en la arena que un judío.

Un cristiano encarnado en muchacho que camina por un sendero es más un muchacho que camina por un sendero que un cristiano.

El odio todo lo confunde.

Debiera haber callado.
Diario | Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/07/2009 a las 11:43 | {0}