Ciudad La Habana 2000. Capital de la revolución de Fidel Castro.

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/11/2016 a las 10:48

In memorian al de Las Barbas de Chivo (1926-2016)
Extracto del Cuaderno Habana que escribí en el viaje que realicé a Cuba en el año 2000.


26 de Mayo de 2000
Tú sales de casa. De una casa que no es tu casa. Sales, digo, con la cabellera llena de ideas y acabas en el barrio chino sin saber muy bien qué pasa, sin saber muy bien qué sientes, sin saber muy bien quién eres. Tampoco sabes quiénes son aquéllos a los que te enfrentas. No sabes nada. No hay pie. Todo es fondo y necesidad. Habana Vieja como una Puta Vieja. No sé si me gusta, ni si la entiendo, ni si la quiero.
Miran las negras como si estuvieran negras. Negras que sucumben negras. Hablan negras palabras blancas. Llenas de negro como si lo negro fuera negro. Negro tropical. Negro a ultranza negro. Hay una negra tan larga como una cascada negra. Y sus dientes negros son blancos pero son negros. Hay una negra en la ciudad de La Habana que me llena el corazón de nostalgia, nostalgia llena de humo y barro. Centro Habana negro hasta los tuétanos negros. ¿Dónde está el blanco en La Habana? ¡Carajo de Dios que llenó de miseria sus calles y convirtió a un dios en un demonio! ¿Dónde vive el alcalde de esta Corte de los Milagros? ¿Qué sincretismo de mierda alumbró esta joya? Tú miras y en tu mirar hay una caracola negra. Respiras y en tu respirar hay una ausencia de madera. ¿Cómo llegaron aquí las aguas? ¿Cómo se hicieron las hembras? Hay frente a mí un florero con tetas, con tetas negras que me enseña. Y alguien me dio cáscara de huevo y luego me contó su tragedia y luego me sacó cuarenta dólares y luego alabó mi cabeza.
Un hombre me mira, ahora, me sonríe y se saca un ojo. Esto no es literario. Es que se acaba de sacar el ojo. Si levanto la vista del papel algo pasa. Es agotador. Es inmenso. Es tan terrible y tan hermoso que aquí se sudan lágrimas, que aquí se suda a torrenteras, que aquí la vida es una feria.
Vienen las negras y una te ofrece una rosa que tiene tatuada en la teta izquierda, una hondura que tiene en el coño y una mirada que suplica a gritos un sandwich. Vienen las negras y te lloran a manos llenas mientras te ofrecen una buena mamada de polla. Vienen las negras y te ofrecen un poco de su historia a cambio de dos dólares. ¿Es esto La Habana? ¿Es esta puta mierda la Habana? ¿Qué alma puede sustraerse a esta miseria?
Narrativa | Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/11/2016 a las 10:48 | {0}