Alerta

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/07/2023 a las 13:54


...al río amado.
     No viene el ciervo esta tarde ni el cerdo se detiene a la puertas de la casuca, la que está abandonada a mitad del camino entre la oscuridad y la nada...
...al río amado.
     Los ojos de mi hija se han vuelto azules.
     Los ojos de mi hija despiden unos destellos negros que tienen la particularidad de generar olvido y nausea.
...al río amado.
     No es un sueño. No es el hombre que llega a la universidad con fama de filosóficamente depresivo. Es una guirnalda que se ha colgado entre dos postes de luz. Es un informe hecho con desgana por una funcionaria de toda la vida. Es una ciudad inclemente. Es una tormenta que se mantiene activa por los siglos de los siglos. Es la constante inconstante. La vuelta al viejo problema de la ironía.
...al río amado.
     Buscaba mirar a las cigüeñas como la primera vez. Incluso quería sentir de nuevo la sorpresa que le produjo entender el gesto en las cabezas de las vacas. Buscaba las manos en sus manos. Buscaba un soplo de verano. Rememorar una contemplación de algo bello junto a otro ser humano.
...al río amado voy y nado.
     Esos ojos que se volvieron azules me llevan a la muerte de un gato y al nacimiento de una hoja y siento entonces unas ridículas ganas de llorar.
...volver al río amado, derivar flotando sobre él, Ofelia aún viva sin ramillete de flores silvestres entre sus manos.
     Así ir llegando. Hasta la última inspiración y detenerse.
...al río amado... al río amado... al río amado...
 
Ensayo poético | Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 30/07/2023 a las 13:54 | {0}