Roland Topor
161.- He venido caminando. La tormenta se acercaba por detrás. No pude dejar de afirmar mi derecho a mis palabras.
162.- La desaparición de un ser al que amas no debería ser causa de desesperación.
163.- Negarse a la censura es un acto de presente (único tiempo donde se da la vida).
164.- ¿Cuánto permanece un corazón inquieto tras haber tomado la decisión?
165.- Me diría, si no estuviera de espaldas, tantas cosas. ¿Aún miro las sombras? ¿De verdad hay algo más allá del muro? ¿Estoy de espaldas?
166.- ¡Que turbación en esta tarde de junio cuando tras los cristales se mecen ansiosas las hojas y a lo lejos se anuncia la verdad de un dogma!
167.- Queda ya tan poco. Es todo tan corto.
168.- Que no hay desafío sino presente.
169.- Bala una oveja justo cuando me siento cordero. ¡Ve, que las palabras no tienen miedo! ¡Ve, sólo queda el último trecho! ¡Ve, la marisma esta ahíta y los patos sobrevuelan sus aguas con aires nuevos! ¡Ve, y déjate mirar por el espejo! ¡Ve! ¡Ve! ¡Ve!
170.- La noche se agitó tanto que de debajo de la cama salieron millones de murciélagos cantando un aleluya que no compuso Händel.
171.- No moriré por reivindicar el término. Sí me quedaré huérfano.
172.- El Tártaro me espera. Antes de descender, iré hasta el mar y visitaré a Proteo para pedirle si tuviera a bien regalarme un disfraz de bueno.