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document.write(' Huelo el aire de la tarde. Es del norte. Cuando huelo el aire del norte por la tarde, huelo nostalgia y algo de melancolía. El viento barre las nubes. Las nubes son blancas y grises. El tiempo transcurre en las campanas de la iglesia y puede ser que no tengamos razón. Puede ser que el Cosmos tenga un Alma del Mundo y que el colmo del antropocentrismo sea pensar que nosotros somos los únicos que tenemos la capacidad divina de pensar y de sentir lo en sí y lo fuera de sí; puede ser que Copérnico, al iniciar el camino de la insignificancia de la Tierra en el vasto universo diera inicio también a la insignificancia del hombre en ese mismo universo; puede ser que la literalidad de Copérnico haya sido la espada de Damocles de nuestro lugar en el Mundo; puede ser que el Universo piense y sienta. Es más -y esto lo afirmo- el Universo piensa y siente porque -cuando menos- nosotros pensamos y sentimos; puede ser que el Universo tenga una finalidad, que todas y cada una de las criaturas que lo conforman sean parte de ese ser y ya no sólo de manera metafórica sino real como yo ahora pienso si esto que escribo fue dictado hace muchos siglos por la sirena de un mar. Y si no estuviéramos solos en este vasto espacio-tiempo; si nuestro pensamiento fuera pensamiento cósmico; si el Cosmos sintiera y especulara y errara y fuera en última instancia, él también, cosmocéntrico; o si, por elevación, un Cosmos que es fuera mucho más por ser más inmenso y más rico que el ser nuestro, ¿cómo podría comunicarnos su belleza, su tranquilidad, su ausencia de deseos, su falta de hybris (eso que los griegos atribuían a los héroes que desafiaban a los dioses por desmesura y en ella encontraban su perdición), su negativa a la contienda, su aceptación del devenir de sus asuntos, su absoluta confianza en sus destellos?
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document.write(' El aire de la tarde viene húmedo. La soledad era esto. Una corza ha bajado al prado con su corcillo. Mientras la cría brinca, la corza se tumba entre la hierba y escucha atenta los sonidos de la tarde. Si el Mundo nos rodea, nos impregna, somos él. Si el Mundo no sólo está también es.
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'); document.write(' Narrativa'); document.write('
'); document.write(' Tags : '); document.write(' ¿De Isaac Alexander? '); document.write(' Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 10/06/2010 a las 19:58'); document.write(' | '); document.write(' '); document.write('