Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Paseando por el camino en primavera de Ma Yuan (1160-1225)
Paseando por el camino en primavera de Ma Yuan (1160-1225)


... ni tampoco en el fondo del piélago
ni en el desdén de haber compartido tantas y tantas horas de mi vida con seres tan ajenos, tan absenta si se quiere
he buscado
lo digo
he buscado a lo largo de los años y queda esa búsqueda
y me arde el aliento cuando escucho la
... he muerto mil veces
y moriré definitivamente y hasta entonces juro no callarme nunca más
y si el silencio será porque exijo
no callaré ante la estupidez
ni siquiera cuando esta tarde el mirlo se ha encaramado en el seto y me ha mirado de reojo
No busco más
pero si encuentro no desdeñaré el regalo y me entregaré a sus abrazos como el amante cuando llega el amanecer y siente el calor del amado
... si encuentro
esa voz que se hace fuerte
ese esqueleto puro armazón de estructura
esa giro inesperado, limar la distancia como se atraviesa la lluvia
No me voy a callar
No voy a desdecirme si encuentro en la recriminación un atisbo de guillotina
Si quieres cortarme el cuello ven con el hacha de frente y no la escondas en la espalda
Y ahora, burbuja de jabón, explota o date a la fuga
Yo te abro la ventana
Mira, mira, es la tarde y suena, a lo lejos, una canción de olvido
¡Qué más da! -te digo- que no haya visto en la curva que hace el camino la cadera de una mujer mediterránea
si sé de qué me hablas
si dibujo en mi interior y con detalle la imagen
No callaré si me lo pides
me callaré si me lo pido
Callaré si he de callar en mis intestinos
sin rencor, con contundencia, sin reproche, con alevosía, sin darme aires, con profunda respiración
AUM
murmuraré mientras observo los frisos del templo indonesio
en esa jungla bendita por donde el agua corre impúdica y desnuda
AMÉN
murmuraré en la cálida y fragante humedad de tu coño y rezaré en él y beberé de su cáliz el flujo de tu vientre
Y así no recibiré la orden de ese poder que se otorga el estulto
el que cree tener derecho
el que somete un lunes por la noche a otro ser humano a la vergüenza de ser deudor
Opondré a su discurso el timbre de un violonchelo
y si puedo, en una escala menor, pura nostalgia, recabaré de él
la prudencia y el tesón de los hombres buenos
... ¡ay, en el aire de esta noche!
... ¡ay, en el pulmón que acoge!
... ¡ay, tortura y placer en tus tendones!
me ha emocionado un recuerdo antiguo en el que mi padre me ha tomado de la mano y yo soy un niño
la curva y la cadera
el paseo por el silo
la pulcritud de la avena
el silencio y el sonido
la mano larga
la puerta abierta



Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/04/2014 a las 20:20 | Comentarios {0}



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